18 años y un currículum

21/03/2023
 Actualizado a 21/03/2023
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Dieciocho años y sé más de su vida por Instagram que lo que puede llegar a contarme en un café. Porque cafetear para ella es darle vueltas azucaradas al teléfono. Leo y escucho música regaettonera en ese espacio de internet que me cede,donde explica lo que hace «café rico con mi Mar», tatúa entre simbolitos brillantes. Sonrío porque me recuerda a las postales que cambiaban las letras cuando las movías con chistes malos que compraba de niña. Ahora el papel solo se toca en el wáter. Nunca me ha llamado mi Mar, y poco más cuenta que las escuetas respuestas ávidas a las preguntas tipo: ¿qué tal la semana? Bien. ¿Mucho curro? Bastante. Los abuelos ¿cómo van? Bien… Y así podría escribir un tratado de la ceguera verbal que Saramago destruiría conmigo en una conversación sin cobertura. Es el perfil de los que llegan a la puerta de los sindicatos lanzando un SOS sin verbalizar cuando alguien les descubre el envés de lo que cada día consumen. Vivir tiene un precio, aunque saberlo, cada vez, tarda más. Y, una vez que conocen el porqué de las matemáticas, saben que las cuentas no salen si no llevan asociadas una nómina. Piden ayuda para buscar trabajo y «no saben hacer un currículum»,revelan en UGT. Tutorial al canto, ‘lisensiado’. Que no hay duda que internet no resuelva: Teléfono, vehículo propio, formación, idiomas, conocimientos informáticos. Casilla tras casilla van respondiendo, como si fuera un contratante el que les reclamara datos para apuntarlos, de cabeza, en su lista de favoritos o darle un me gusta. Porque su mirada está encajada en una red, que de social tiene el nombre. Piensan en clave de bits, en un sistema binario en precario con el que creen que no importa un apretón de manos ni un intercambio de pareceres. Tienen dieciocho, cumplirán 20 y todas esas velas serán carencias a resolver desde fuera de ese ‘patter’ en el que han convertido su móvil. De ahí que uno de cada tres tenga como sueño ser ‘influencer’… Dieciocho, cumplirán 30 y superarán a los ingenieros en la última casilla de su relato curricular, la de las nuevas tecnologías, pero pedirán ayuda para saber cómo decirles a sus padres lo mucho que les quieren. Y eso, pensando en que aún puedan querer a alguien que no haya subido un vídeo en ‘tik tok’.

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