23/10/2016
 Actualizado a 15/09/2019
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12 horas –medio día– va a pasar el Real Madrid en León y eso ha hecho que la ciudad entera viva conmocionada con la noticia. Ya sé que el fútbol mueve montañas, pero que la visita de un equipo, que ni siquiera traerá a sus mejores jugadores posiblemente porque para él el partido es un engorro, provoque un terremoto como el que está ocurriendo en León a juzgar por lo que dice la prensa indica hasta qué punto los leoneses han perdido el sentido del ridículo, que es junto con el llamado común el más famoso de los sentidos.

Circula por la red un chiste visual en el que Sergio Ramos, defensa del Real Madrid cuya característica más destacada no es su cultura precisamente, a pesar de lo cual no deja de hacer declaraciones, preguntarse qué es eso de la Cultural y alarmarse ante la posibilidad de que haya que leer, dado el nombre del equipo de León. Y eso que no conocerá, imagino, la intención del Ayuntamiento de instalar el Conservatorio de Música en los bajos del estadio en el que juega. Que alguien así movilice a una provincia entera y que lo haga desde muchos días antes (desde que se conoció el sorteo que emparejó al Real Madrid y a la Cultural Leonesa en la Copa del Rey) es la demostración de que, más allá del fútbol, ese deporte que mueve pasiones además de mucho dinero, los leoneses están muy mal, sicológica y deportivamente. Desde los tiempos de Marianín, Villafañe y Ovalle (años 70 del pasado siglo) no se han vuelto a codear con equipos de verdad y lo mismo les pasa a nivel político. De ahí el complejo de inferioridad que delata su exaltación de estos días, el terremoto que están viviendo, todo porque un equipo de fútbol va a pasar en León 12 horas.

No caeré en el error de afear el comportamiento de una sociedad que al fin y al cabo tiene derecho a vibrar con lo que le parezca llamándola provinciana, pero sí quiero recordar ahora que el gran acontecimiento está a punto de ocurrir que en estos últimos años en León han sucedido otros muchos más importantes y en todos los órdenes del interés social. Que no hayan provocado la misma expectación entre los leoneses no significa que no lo fueran, sino que éstos mayoritariamente están a otras cosas ¿A qué cosas? Pues parece más que evidente: a la adoración de todo lo que tenga que ver con el espectáculo, ya sea éste deportivo, televisivo o ambas cosas a la vez ¿Y qué espectáculo puede haber mayor que la de ver en directo bajarse del AVE en la estación del tren y entrar en el hotel en el que se alojen, el más caro que haya en la ciudad, a las estrellas de un club de fútbol que simboliza todo lo que a León le falta: visibilidad, riqueza, poder, éxito, reconocimiento…

12 horas –medio día– va a pasar el Real Madrid en León. La mayor ocasión que vieron los siglos para una ciudad que languidece en la decrepitud.
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