10 años después

Son demasiadas las obras que tenemos pendientes. Algunas de ellas no se llegan a realizar nunca, mientras que otras se rematan cuando el problema para el que fueron diseñadas ya se ha convertido en irreversible. La agilidad de la administración para acometer determinadas infraestructuras, el desarrollo de todos los plazos correspondientes y la ejecución final de la obra, son términos que a menudo quedan en desuso y de los que nadie habla, pues los titulares se suelen centrar en las inversiones y no tanto en la ejecución real de lo anunciado. Hay demasiados ejemplos en la provincia de León, aunque sin duda el más sangrante es el de la Variante de Pajares. En el caso del soterramiento de la alta velocidad, se encuentran todas las metáforas posibles de lo que ha pasado y de lo que sigue pasando en este país: se planteó por todo lo alto, en la cresta de la ola, y se iba a sufragar liberando suelo y construyendo pisos, que durante años parecía la única fuente de ingresos para la administración, pero la crisis se llevó por delante el proyecto y hubo que adaptarlo. Ahora, empiezan las pruebas, una década después de despedir el paso a nivel.