Cuatro jornadas acumulan los blanquiazules sin conocer la victoria. La derrota en Las Palmas y tres empates consecutivos ante Valladolid, Real Sociedad B y Fuenlabrada han frenado en seco a un equipo que, en cualquier caso, se mantiene en la cuarta posición a solo tres puntos del liderato.
Y es que en una competición tan igualada, punto a punto los de Jon Pérez Bolo están consiguiendo salvar los muebles a la espera de reencontrarse de nuevo con su mejor versión. En ese camino hacia la realización personal se cruza un rival y un estadio que no trae buenos recuerdos.
Cinco derrotas en cinco partidos es el bagaje de los bercianos en el fortín maño, un campo que, al igual que el Estadio de Gran Canaria, parece estar maldito para los blanquiazules.
Pero por tratar de ver el vaso medio lleno, si hay un buen momento para poner fin a la mala racha en Zaragoza sin duda es éste. Un solo triunfo en las diez primeras jornadas han conseguido los discípulos de Juan Ignacio Martínez, un déficit de victorias que están tratando de paliar a base de empates. Siete llevan ya los zaragocistas, botín insuficiente en cualquier caso para un equipo que aspira cada año a regresar a Primera División y que en este momento se encuentra solo un punto y un puesto por encima del descenso.
Para el choque, Bolo seguirá contando con la baja de Espiau, que cumplirá su segundo partido de sanción por la expulsión en Ipurua, a la que hay que sumar la de Paris Adot, que no viaja por motivos familiares. Es duda Naranjo, que se ha estado ejercitando al margen del grupo por las molestias que ya le impidieron jugar el pasado domingo en El Toralín.
Por su parte, Juan Ignacio Martínez recuperar a César Yanis, que se perdió los dos últimos partidos por sus compromisos internacionales con la selección de Panamá. En cualquier caso, la principal preocupación del técnico pasa por encontrar la fórmula para recuperar la puntería perdida de un Real Zaragoza que con seis goles es, junto el Alcorcón, el equipo con menos goles a favor de la categoría.
Bolo no se fía
Pese al delicado momento del rival, el entrenador de la Ponferradina advierte del peligro de un Real Zaragoza que considera que ha hecho más méritos de lo que puede parecer por la posición de los maños en la clasificación. «Están haciendo un gran trabajo, generan muchas ocasiones y no están teniendo suerte de cara al gol. La situación que tiene no es la justa, porque ha hecho méritos para ganar partidos», asegura.
Respecto a las cuatro jornadas sin ganar de los bercianos, el bilbaíno sigue sin impacientarse y está convencido de que los resultados terminarán llegando. «Veo al equipo trabajando bien. Seguro que si seguimos haciendo las cosas bien llegarán los triunfos», sentencia.