De «manera altruista», Iván Martínez y Pablo Pérez, trabajadores de iRiego, tuvieron la idea y comenzaron a desarrollarla con el apoyo del equipo y del gerente de la compañía, Paco Fernández. «Generar una ayuda colectiva ante la situación que teníamos, no tanto en lo referido al covid-19, si no centrado en las personas con problemas y que no se podían desplazar en ese momento» era el principal objetivo, explica Fernández.Comenzaron con una página en la red social y el «reto» de alcanzar las 1.500 personas en los primeros tres días, cuenta Fernández. Lo superaron con creces, llegaron a 2.000 y decidieron seguir adelante. Multiplicándose no solo en León, también en el resto de España, dos meses después cuentan con página web (www.yoteayudodesdecasa.es) y aplicación propia.
El grupo lo forman tanto personas que necesitan ayuda como usuarios que la ofrecen. «Tenemos que ayudarnos entre nosotros, en lo que podamos», defiende Paco Fernández, algo que antes de esta crisis sanitaria parecía estar en un segundo plano y que ahora, con la desescalada, «no podemos olvidar».
La red ha crecido tanto que han tenido que organizar diferentes equipospor temáticas dentro de ‘Yo te ayudo’ para poder coordinarse. Así, se centraliza la ayuda social, las donaciones de ropa, las necesidades referentes a educación o las ofertas de empleo, entre otros muchos ámbitos. «Ha sido muy trabajoso», reconoce Fernández, y «lleva 24 horas». Eso sí, asegura que lo han enfocado como algo colaborativo y los miembros administradores de la página son ya más de 20, también personas de fuera de León. «Es algo grupal y el equipo ha ido cambiando, ahora prácticamente lo mantiene gente del grupo, gente anónima que ha querido colaborar», confirma. Es muy difícil controlar a tanta gente y ahora «tenemos que estar siempre pendientes, porque a la mínima salta una chispa, y es lo que no queremos», defiende. La picaresca existe y quieren garantizar el «buen ambiente y la tranquilidad» de todos los miembros de la página, por lo que «hemos intentado organizarnos de manera ‘empresarial’ para que funcione todo», apunta.
Eso sí, pese al esfuerzo que realizan es «ilusionante» ver el movimiento que se ha creado y que se está generando mucha ayuda. Por eso Fernández agradece tanto a los que comenzaron con el grupo como a los que siguen hoy en día manteniéndole con su esfuerzo. Entre ellos, Mirta Álvarez, José Ramón Rodríguez, Sergio Fernández Tejerina, Teresa Martín, Jorge Olloqui, Marga González o Ana Alicia Hurtado son algunos de los que sostienen ‘Yo te ayudo’.
El reto comienza «ahora» cuando a mucha gente se le acaban los recursos: «Tenemos que estar ahí» Algunas de sus funciones altruistas son poner en contacto a las personas con necesidades con instituciones o asociaciones que pueden ayudarles, vigilar que nadie se aproveche de la solidaridad del resto o poner en contacto a los más vulnerables con los que pueden asesorarles o colaborar con ellos. Estos últimos, una inmensa lista de profesionales como abogados, psicólogos, médicos, veterinarios o voluntarios de Cruz Roja que han aportado su granito de arena para resolver cualquier tipo de duda o situación difícil de los usuarios del grupo. Pero en todo este tiempo también han realizado diferentes cursos temáticos y algunos miembros han logrado encontrar el empleo que tanto estaban buscando.
A pesar de que la red solidaria se ha extendido fuera de las fronteras provinciales y ahora crece incluso más en otras partes del país, Paco Fernández celebra que «en León se ha generado mucha ayuda también para otros puntos y hemos donado ropa, comida, se han generado pedidos de mascarillas, de pantallas y hemos mandado un montó de cosas a toda España».
La subida «alucinante» de seguidores de ‘Yo te ayudo’ hace que el equipo piense en «seguir trabajando para generar ayuda social hasta donde la imaginación nos deje», asegura Paco Fernández. Porque quieren seguir creciendo «para lo que viene ahora», alerta, cuando comenzará a pedir ayuda «toda esa gente que está en un Erte, que se ha quedado sin trabajo y que mejor o peor nunca les había faltado el empleo ni habían tenido problemas que les obligaran a pedir ayuda». A estas personas ahora «se les están acabando los recursos» y «de manera anónima van a tener que dar el paso de coger un kilo de arroz o un paquete de lentejas». Por eso, el reto de este grupo de origen leonés es «estar ahí» y seguir creciendo, porque «cuantos más seamos menos costará ayudar».