Y el amor tomó forma de Palacio

Palacio de Canedo, entre la piedra y las vides, el romanticismo se deja tocar

Mar Iglesias
25/10/2019
 Actualizado a 25/10/2019
Cada estancia en el Palacio tiene un toque personal y especial.
Cada estancia en el Palacio tiene un toque personal y especial.
El sello de Palacio de Canedo da un plus al día más importante en la vida de las parejas que quieren darse la mano y caminar hacia su unión de una manera especial. Desde sus instalaciones, todo esta preparado para definir sus decisiones de la manera más profesional. Construir un sueño es la finalidad de Prada a Tope que hace que la boda no se quede solo en un día, sino que se siga recordando cada uno de ellos. La memoria queda en el Palacio y en los que dan el sí quiero dentro de él, algo compartido, como el amor que encuentra en él su reposo.

«El éxito está en la suma de los pequeños detalles. Desde la creación de ambiente a la elección de los sabores. De la colocación de los invitados a la resolución de imprevistos. Del aroma de un vino al servicio atento y eficiente. Desde la acogida al baile», explican desde el Palacio. Nada queda a la improvisación, pero todo parece mezclarse en una historia que, sin que los comensales y los contrayentes se den cuenta, comenzó mucho antes, pero también en otro sueño, el de José Luis Prada.

Fue él el que se enamoró del Palacio, monumento catalogado comoBien de Interés Cultural por la Junta de Castilla y León que lleva tres siglos dando vida a la tierra que lo rodea, especialmente viñedos. Unas dependencias seculares en los que los novios encontraran salones de ensueño, una bodega para visitar y saborear los caldos nacidos de las vides que acompañan el entorno, e incluso estancias para quedarse a dormir.

Un lujo en el corazón de Canedo , en el municipio de Arganza, donde el Bierzo se hace tierra y cuya panorámica no deja indiferente.
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