Y Carlos volvió a tener pelota

El Ademar envía el balón de su último partido en Europa a un niño de Madrid que lo había perdido al ayudar a sus abuelos y puso un cartel para recuperarlo en el ascensor

Jesús Coca Aguilera
16/04/2020
 Actualizado a 16/04/2020
Carlos, con la gorra del Ademar y el balón que le enviaron. | @CARLOSEDELREYM1
Carlos, con la gorra del Ademar y el balón que le enviaron. | @CARLOSEDELREYM1
El actual confinamiento da lugar a situaciones como que el Abanca Ademar acabe dando una sorpresa mayúscula que permita recuperar su balón de balonmano a un niño de Madrid que lo pierde al intentar ayudar a sus abuelos y ve cómo un vecino acude al rescate para que intente tener otra.

Sucedió el fin de semana del 4 y 5 de febrero, ya después de tres semanas encerrados en casa, cuando en el ascensor de un edificio madrileño aparecía el siguiente mensaje pegado: «Soy Carlos del portal B y tengo 14 años. Ayer iba a casa de mis abuelos, que viven en el portal D, y les llevaba unas herramientas. Me llevé la pelota de balonmano para después bajar y jugar un poco, pero al ir muy cargado se me cayó y pensé ‘ahora bajo y la cojo’. A los cinco minutos bajé y ya no estaba, me gustaría recuperarla, por favor dejadla al conserje o en el portal B».

«Mi hijo estaba ya un poco desesperado por el confinamiento y con esto le vino un subidón de energía» El balón no apareció, pero un vecino intentó a través de las redes sociales que le enviaran otro de Decathlon, pues el joven especificaba que era azul y de esa marca. Quien le respondió de forma privada apenas unos minutos después no fue la tienda si no el Ademar, que le dijo que «las pelotas de balonmano son lo nuestro» y a quien le dio la dirección del chico que, aproximadamente una semana después, se encontraba en su casa la sorpresa.

Y es que el paquete que le había llegado no contenía su pelota original, era mejor. Incluía el balón con el que el Ademar jugó su último partido de competición europea, frente al Gorenje Velenje, además de una gorra del club, la cual se puso par acudir junto con el esférico a agradecérselo a su vecino.

«No sabemos ni cómo agradeceros este detalle. No sabíamos nada y nos acaban de dar la sorpresa. Mi hijo Carlos estaba ya un poco desesperado por el confinamiento y le ha venido como un subidón de energía. Somos del Alcobendas pero también del Ademar», señalaba su padre, Carlos Moreno, a través de las redes sociales, mientras que el joven Carlos escribía una carta en la que decía que le había hecho «muchísima ilusión, más en estos momentos. Estoy deseando que todo vuelva a la normalidad para poder disfrutar de él, ha sido un regalo muy emocionante».
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