Volantazo en el PP

El congreso provincial del Partido Popular en León supone un cambio importante. El grupo director, con algunas excepciones, pasa a estar dominado por personas nacidas en los 70 y los 80 del pasado siglo. El presidente y el secretario no llegan a 40 años de edad. Cambie o no en algo el partido, la renovación popular es una enmienda a la totalidad a la cúpula precedente.

Se anuncia un giro hacia el «leonesismo útil», que es reclamar más inversiones, pero no autonomía. En consecuencia, no es leonesismo, aunque pone en evidencia que no se actuó bien, como considera que se debería, la plana mayor entrante. La dirección autonómica y la nacional no parecen recoger el mensaje, ya que los medios afines lo soslayan. Ni el ABC, ni La Razón, ni… hacen mención a ese supuesto giro. Tampoco el decano autonómico le da relevancia, con una alusión anecdótica.

Esto puede significar que la declaración sedicentemente leonesista es puro tacticismo y propaganda. Otra posibilidad es que carezca de apoyo para tener efectividad. En este sentido, el equipo entrante se la juega, ya que tiene dos años escasos (hasta las próximas elecciones autonómicas y locales) para diluir las dudas. O consigue inversiones significativas y descentralización institucional, o este congreso pasará por una mascarada intolerable, dada la grave situación económica en que León se encuentra. ¿Qué instituciones va a trasladar la Junta desde Valladolid a León gracias a los oficios de Javier Santiago?

Una vertiente notable es el efecto que el supuesto ‘leonesismo útil’ pueda tener sobre el mercado electoral. La UPL ve invadido el discurso con su propio lema, aunque su objetivo sí es la autonomía, pues son leonesistas de verdad. Todos les van siguiendo. ¿Qué harán para desmarcarse? El PSOE de Cendón y Tudanca, castellanista, debe decidir ahora si está dispuesto a perder el espacio leonesista. Si no, ha de aproximarse a las posiciones del alcalde de León, que ahora se ve reforzado gracias al PP, ante el congreso socialista de diciembre. Se abren nuevas posibilidades tras la caída de Ábalos en la remodelación ministerial, que era el agarre de Cendón.

Por su parte, el intento de Ciudadanos por sobrevivir mediante un giro a la política local choca con el reposicionamiento popular leonés. En Podemos, las diferencias internas entre Pablo Fernández, que habla de un referéndum –trampantojo imposible por inconstitucional– y buena parte de la militancia leonesa –proclive a la autonomía leonesa directa– se remarcarán con la recomposición del panorama electoral.

En todo caso, León y Castilla se reconocen como dos regiones por todos. La autonomía está más cerca.