Visto para sentencia el juicio contra la extrabajadora de Caja España acusada de estafa

La defensa insiste en su inocencia al tratarse de "una mandada" que "hacía lo que le decían los jefes"

Ical
20/02/2020
 Actualizado a 20/02/2020
Presentación de conclusiones en el juicio contra una ex trabajadora de Caja España por una estafa piramidal. | ICAL
Presentación de conclusiones en el juicio contra una ex trabajadora de Caja España por una estafa piramidal. | ICAL
Visto para sentencia en la Audiencia Provincial de León el juicio oral en el que se juzga a MC.S.C., la trabajadora de Caja España acusada de idear una estafa piramidal que le permitió adueñarse de 6,5 millones de euros y cuya defensa insistió este jueves en su inocencia durante la lectura de sus conclusiones, en la que reiteró que su clienta se trataba de “una mandada” que “hacía lo que le decían los jefes”. De igual manera, el letrado de la acusada recalcó también la inocencia de su marido, al que se considera cómplice, y solicitó su libre absolución, informa Ical.

Por su parte, los letrados defensores de la enditad bancaria, Caja España, consideraron que carecen de responsabilidad, ya que las defensas de las víctimas piden que sea Unicaja Banco, tras absorber a la entidad, la que se haga cargo d ella responsabilidad civil subsidiaria. Así concluyó hoy el juicio, sin que la acusada, MC.S.C. hiciera uso de su derecho a pronunciar las últimas palabras.

En la jornada de este miércoles, penúltima sesión del juicio, el Ministerio Fiscal elevó a definitivas las calificaciones previas en las que solicitaba una pena de siete años y medio de prisión por un delito de estafa, así como otro dos años y medio por otro delito de falsedad documental para la trabajadora de Caja España

Con ligeras modificaciones en la relación de cantidades reclamadas por cada víctima de la presunta estafa, el fiscal mantuvo la responsabilidad civil para la acusada, que deberá devolver el dinero reclamado, mientras que modificó la responsabilidad civil subsidiaria, a la que deberá hacer frente Unicaja Banco tras absorber a Caja España. En cuanto a su marido, al que se considera cómplice, se pide una pena de un año y medio y cinco meses, respectivamente, como cooperador necesario de ambos delitos.

Por su parte, el letrado representante de la Caja elevó a definitiva la acusación de culpa a la acusada y rechazó la responsabilidad civil subsidiaria. Finalmente, la defensa también elevó a definitiva la petición de libre absolución, al considerar que no son responsables de los delitos que se les imputa.

Según el escrito de calificaciones previas de la Fiscalía, MC.S.C. fue quien ideó un plan para estafar a sus familiares y amigos mediante inversiones en productos reservados a directivos de Caja España, que nunca entregaba a la entidad pero utilizaba documentos en los que había incluido el sello de la entidad.

“Lo considero completamente injusto, solo invitaba a mi familia y amigos a participar en inversiones para demostrarles mi cariño”. Con estas palabras defendió su inocencia la trabajadora de Caja España durante su declaración en la primera jornada del juicio oral que se desarrolla en la Audiencia Provincial de León desde el pasado 3 de febrero, cuando la acusada aseguró “no tomar ninguna decisión propia, sino cumplir con lo que me decían”, siempre “con el soporte de la Caja”.

De este modo, con la declaración de MC.S.C., arrancaba hace tres semanas el juicio tras ocho años de instrucción, por el caso destapado en 2012, tras afectar a un total de 139 personas. Durante su interrogatorio, la acusada dijo querer demostrar que “solo he hecho lo que me dijo Caja España”, ya que según aseguró, la entidad “siempre ha sido la que permitió que fuera posible porque todo se hizo dentro de ella”, aunque “digan lo contrario”.

Así, insistió en que “Caja España era la garantía”, ya que “todo se hacía con el soporte, los medios, la fiabilidad y los trabajadores” de la misma, motivo que, siempre según su versión, hizo que “nunca considerara el producto ilegal”.

MC.S.C. explicó que fue la “relación afectiva” con su superior, JA.F.F, al que consideró “el que tiene toda la responsabilidad de lo ocurrido”, la que le llevó a ofrecerle a participar en “inversiones de rentabilidad muy alta y reservadas”, tras lo que ésta invitó a familiares y amigos, sin saber con precisión “cómo funcionaban los productos”, ya que “durante toda mi vida he sido secretaria”.
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