Verano con el rey: El ídolo de Acapulco

Por Ángel Suárez Corrons

Ángel Suárez Corrons
12/08/2021
 Actualizado a 09/09/2021
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Hay una fecha en cada verano que nunca ha pasado inadvertida, se cumplirá el próximo lunes, el 16 de agosto, el día triste e inolvidable en que Elvis dejó de cantar. Hace 30 años lo conmemorábamos bailando y escuchando sus temas en el pub Berlín, con Guti pinchando, aún anda por ahí con el mismo aspecto y el mismo aire rockero de entonces, creo que trabajando para iLeón. Años antes las fiestas de Elvis se habían organizado en el Toisón, refugio de rocabillies y hospital para Cardiacos, pero a nosotros nos pilló demasiado jóvenes. Y años después las celebramos en los tremendos conciertos que el bar Elvis organizaba en La Bañeza, con Javier Arias y José Juan Mencía. Este último sigue ofreciendo algunos de los espectáculos de tributo a Elvis más gloriosos del mundo, incluso con orquestas sinfónicas, lástima que su ‘John Mencis Tribute Artist’ sólo pueda verse lejos de León.

En una selección de películas veraniegas míticas no puede faltar una de Elvis, de las que veíamos en las sesiones de sábado tarde de TVE, generalmente en invierno, cuando las chicas en bañador bailando rock and roll alrededor del Rey, en la cubierta de un barco o en una playa de Hawái, nos llevaban tan lejos del frío leonés. John Lennon, que dijo que "sin Elvis no existirían Los Beatles", contó poco antes de su asesinato cuánto le gustaban aquellas películas. Hasta Álex Cooper disfrutaba con ellas, y les guiñó el ojo en su tema ‘Chicas, chicas, chicas’, que abre el álbum ‘Preparados, listos, ya’.

‘¡Chicas! ¡Chicas! ¡Chicas!’ (1962) podría haber sido la película escogida esta semana, o ‘Blue Hawaii’ (1961). Pero nos detendremos en ‘El ídolo de Acapulco’ (1963), cuyo tema principal ‘Fun in Acapulco’, versiona tan bien Ernesto de la Fuente. Todas ellas son comedias musicales, en saturado Technicolor, con mucho sol y mar, mujeres bonitas, y un montón de números musicales. Comedias entretenidas y sin pretensiones, de muy bajo presupuesto, fabricadas en serie (puro pop art) para exhibición de Elvis y generación de taquillazos.

Tras su explosión en los años 50, Elvis quiso cumplir su sueño de ser actor de cine. Rodó algunas películas más que interesantes, incluso buenas, como ‘El rock de la cárcel’ (1957), ‘El barrio contra mí’ (1958) o ‘Estrella de fuego’ (1960). Pero de la mano del coronel Tom Parker su carrera cinematográfica se precipitó en un aluvión de comedietas facilonas de gusto en ocasiones discutible, en las que a veces ni siquiera los temas musicales eran rescatables, aunque su portentosa voz y su tremenda presencia dignificara cualquier cosa que le hicieran cantar. A finales de los 60 llegó a rodar cuatro películas al año, y su productor, Hal B. Wallis, al que debemos entre otras muchas ‘El halcón maltés’ (1941) y ‘Casablanca’ (1942), llegó decir que Elvis era el único valor seguro del Hollywood de la época.

El hartazgo llegó en 1968. Elvis se impone al Coronel Parker, planea su vuelta los escenarios y se reinventa. Reaparece en el famosísimo ‘NBC Comeback Special’ (1968) y el mundo se vuelve loco. Llegan los conciertos de las Vegas y el documental ‘Elvis: Thas’t the way it is’ (1970), de la Metro, quizá la mejor película de Elvis jamás rodada. En 1973, el concierto ‘Aloha from Hawái’ se retransmite vía satélite a todo el mundo, y es seguido por más de mil millones de personas. No es posible llegar más alto, así que cuatro años más tarde, el 16 de agosto de 1977, Elvis se baja de los escenarios. Que está vivo lo proclama Springsteen en sus conciertos, y lo Canta Calamaro: "Bob Dylan también lo sabe, pero Bob es muy discreto y no dice nada, será mejor así".

El argumento de ‘El ídolo de Acapulco’ no puede ser más arriesgado y sus personajes no pueden ser más extremos. Elvis interpreta a un antiguo acróbata circense que ha recalado en Acapulco. Su partener es nada menos que Ursula Andress, que interpreta a una duquesita venida a menos, exiliada de algún país que ha quedado del otro lado del telón de acero. Ursula Andress venía de rodar ‘Agente 007 contra el Dr. No’ (1962), algo tiene que tener una chica que con 25 años podía aparecer con naturalidad tanto al lado James Bond como de Elvis. Su personaje, Margherita Dauphin, tiene una rival, Dolores Gómez, interpretada por Elsa Cárdenas, nada menos que una mujer torero, una Cristina Sánchez de los años 60, que habla de sí misma en tercera persona, y que es idolatrada en Méjico por su arte y su valor. La duquesa de la Europa oriental y la torera mejicana se disputarán el amor de Elvis, mientras él trata de superar un antiguo trauma.

La película está claramente dirigida al público hispano, y necesariamente tiene que ser vista en versión original subtitulada, primero porque buena parte de los diálogos están en español en la versión original, y segundo por lo divertido que resulta escuchar a Elvis hablar en español con los mejicanos. Los números musicales también van en esa dirección, se trata de canciones mayoritariamente hispanas, o más bien del estilo que los estudios de Hollywood entendían por hispano. Y es que ‘El ídolo de Acapulco’ es una película de estudio en la mejor tradición de Hal B.Wallis, que de la misma manera en que nos había llevado a Casablanca sin salir de Los Ángeles, produjo esta película sin que el equipo de rodaje pisase Méjico. Katy Jurado ayudó a reproducir los exteriores de Acapulco.

Veremos a Elvis cantar a la torería ¡incluso capote en mano!, o a los margaritas, al vino y al amor. Su personaje se decanta finalmente por actuar en un club de gusto más norteamericano y gracias a eso podemos verle por fin en su salsa interpretando algún rock and roll. Sin embargo, en la apoteosis final, cantará ‘Guadalajara’, íntegramente en indescifrable español.

Ninguna de las películas veraniegas protagonizadas por Elvis es una obra maestra, pero la sección Películas tórridas no se pensó para abordar solamente obras maestras, sino para hablar de cine veraniego, y el cine veraniego está lleno de pequeñas películas de puro entretenimiento, exuberante y sin complejos, a veces algo extravagante, pero siempre refrescante y divertido. Se rodaban entonces y se siguen rodando ahora, y siempre recibirán el desprecio de los críticos, pero si en ellas está alguien como Elvis adquieren otro cariz, el de los productos de consumo que fueron tocados por los dioses.


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