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Vacaciones en Mallorca

11/11/2022
 Actualizado a 11/11/2022
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Bañarse en el Mediterráneo en pleno noviembre. Fuimos a visitar a unos amigos a Mallorca. Hacía muchísimos años que no pisaba la isla. Lo último que sabía de ella eran las noticias que hablan de jóvenes bebidos que saltan de balcón en balcón en los hoteles en Magaluf o la riada de turistas de toda Europa que ha vuelto tras la pandemia. Pero hay otra Mallorca secreta por donde no ha pasado el siglo XXI ni ha llegado el turismo de masas. Carreteras angostas y fincas de olivos y alcornoques. Alquerías con molinos de viento para extraer el agua de los pozos. Tiendas de toda la vida que cierran los domingos y cogen sus vacaciones en agosto. La Mallorca tradicional, la Mallorca rural.

Mis amigos viven en una casa de piedra en un olivar. Utilizan su propio aceite, tienen tomates casi todo el año, higos, gallinas, limones, y la orilla del mar a media hora. Mis amigos nos ponían ensaimada para desayunar y nos enseñaron a echar aceite a la fruta. Nos despertábamos con las bandadas de estorninos que picoteaban las aceitunas caídas. El aire era tibio. Y olía a mar.

Fuimos a la playa en la reserva natural de Es Trenc, junto a las salinas del mismo nombre. Los flamencos hundían la cabeza en el agua buscando alimento. Cuellos como serpientes rosadas. El mar no estaba muy frío, no más que cualquier río de León en verano. Había conchas por todas partes y dunas de arena blanca. Y entonces pensé, bañarme en el Mediterráneo en pleno noviembre. Y algo chirrió en mi cabeza. El cambio climático. Tan anormal que hubiera ese calor a esas alturas de otoño. Busqué en Internet y vi que la temperatura media de noviembre está entre 8 y 18 grados, y la del agua a 18. Nosotros teníamos 24 grados y el agua a 23. Puede ser que hubiera un otoño anormalmente cálido y ya está. Todo puede ser. Pero nos cuentan que, con la subida de las temperaturas, la producción de aceituna cae por estrés hídrico, la floración se adelanta y la maduración se acelera. Mis amigos ya lo están notando en sus olivos. En 2020 hubo un pequeño tornado que acabó con el 80 % de la cosecha de toda la isla. Los fenómenos meteorológicos extremos con cada vez más frecuentes. Así que no era un otoño anormalmente cálido y ya está. No, era y es el cambio climático.

Pasamos unos días llenos de luz y calma, la única gota amarga fue ese pensamiento que no dejó de zumbarme en la cabeza durante todas las vacaciones.
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