Urdangarin ingresa en la prisión de Brieva, Ávila

Anoche llegó a Madrid para cumplir con la condena a 5 años y 10 meses que le impuso el Tribunal Supremo

L.N.C.
18/06/2018
 Actualizado a 18/09/2019
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Iñaki Urdangarin ha ingresado en la mañana de este lunes en la cárcel de Brieva, en Ávila, donde cumplirá la condena a 5 años y 10 meses de prisión que le impuso el Tribunal Supremo por el caso Nóos.

Urdangarin, que llegó anoche al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas procedente de Ginebra (Suiza), podía elegir el centro penitenciario para cumplir la condena como cualquier ciudadano que en el momento de ingresar se encuentre en libertad.

Días antes, viajó a Palma de Mallorca para recoger el mandamiento de prisión, donde le comunicaron el día que debía ingresar en un centro penitenciario de su elección. Instituciones Penitenciarias diseñó un plan de actuación para que no ingresara en un centro muy masificado.

La prisión de Brieva, situada a 7 kilómetros de la ciudad de Ávila y en la que cumplió condena el exdirector de la Guardia Civil Luis Roldán, era una de las cárceles que se barajaban para el ingreso de Urdangarin.

Se construyó en 1989, y con 43.540 metros cuadrados, es un centro de pequeño tamaño con 162 celdas y 18 complementarias, según datos de Instituciones Penitenciarias.

Una vez en prisión, lo normal es que Urdangarin pase por todos los trámites del primer ingreso. Se le hace una ficha y es reconocido por el servicio médico, además de ser entrevistado por un equipo multidisciplinar formado por trabajadores sociales y psicólogos que le evalúan.

Como es habitual, el preso pasa la primera noche en el módulo de ingresos y después se le traslada al módulo más adecuado. Probablemente, y dadas sus características, al conocido como «de respeto», donde el interno, al que se clasifica en segundo grado, acepta unas normas de comportamiento e higiene y de organización de la vida diaria en esa instalación.

Pese a que la Justicia le impone una pena de duración media, el exduque de Palma podría conseguir el tercer grado con dos tercios de la condena cumplida, es decir, a los dos años de su estancia en prisión, siempre que demuestre buena conducta. Entonces, podría pasar a un régimen de semilibertad.

El Tribunal Supremo ratificó el martes pasado la condena inicial de la Audiencia de Palma por malversación, prevaricación, fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias, pero le absolvió de falsedad en documento público, con lo que rebajó en cinco meses la pena de privación de libertad, que es en total de 5 años y 10 meses.
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