Una ruta por el sur

De Gordoncillo a Valderas por caminos de concentración y viejas veredas de la Mesta

Vicente García
28/06/2019
 Actualizado a 19/05/2022
Recorriendo los caminos con Valderas a la vista. | VICENTE GARCÍA
Recorriendo los caminos con Valderas a la vista. | VICENTE GARCÍA
A diferencia de las montañas del Norte, donde la vista se fija en cercanas cumbres o valles no muy alejados, las amplias llanuras de la zona sur de la provincia leonesa hacen que la mirada se extienda a lo largo de muchos kilómetros. Y eso puede dar lugar a equívocos, tales como el de creer que pronto se alcanzará la meta de llegar a un lugar y se hacen kilómetros para acercarse ligeramente.

Además con la concentración parcelaria llevada a cabo el siglo pasado, los viejos caminos están perdidos en su mayor parte, necesitando seguir por amplias pistas por las que a veces circulan tractores, cosechadoras y, sobre todo, automóviles.

Entre Gordoncillo y Valderas existe una carretera, la LE 542, que se debe recorrer al inicio y final de la ruta para salir de la localidad. Después se sigue por caminos de concentración parcelaria, cruzando el Cea para seguir por la parte alta del talud hasta llegar a Valderas, que se ve en un altozano desde que se sube a la parte alta del río.

En esta zona hay restos de las antiguas actividades de la Mesta en forma de cañadas, cordeles y veredas. Es cierto que con la concentración han cambiado esos caminos, pero se mantienen las cañadas, algunas de ellas transformadas en carreteras como la LE 541 de Valderas a la Unión, antigua cañada de Castilla a Galicia, o la cañada Zamorana que se encuentra en la carretera de Gordoncillo a Valderas, incluso en algún tramo se anda por la Vereda Zamorana.

Desarrollo de la ruta


La ruta tiene su inicio en la localidad de Gordoncillo, bien en la plaza o sus alrededores, bien en el Museo de la Industria harinera sito en la antigua fábrica de harinas 'Marina Luz', convertido en museo desde el año 2014. Desde este punto se sigue por la carretera LE 542 hacia Valderas y cruzado el primer puente sobre el reguero se gira a la izquierda por el camino paralelo a dicho reguero y tras andar más de kilómetro y medio se llega al cruce con la Vereda Zamorana, que se cruza haciendo un pequeño quiebro para andar menos de quinientos metros y cruzar el Cea por un puente siguiendo un pequeño tramo a la sombra de los altos chopos para enfilar el talud opuesto y subir evitando el camino que sale a la derecha paralelo al río que más tarde se pierde.

Se sube al altozano entre pinares y se llega a zona de labor desde donde se divisa una amplia visión del entorno viendo a lo lejos, hacia el oeste el altozano donde se ubica el castillo de Valderas, que se encuentra a 6 km en línea recta y se han de seguir por caminos que giran a veces, suben o bajan, siempre contemplando a lo lejos el altozano con la iglesia y el castillo, pasando después por las tierras de la Parve para seguir hasta llegar a una revuelta con vegetación donde desemboca el arroyo de Villarder, desde donde el camino va al lado mismo del Cea que discurre en la parte de abajo de unos pequeños acantilados de barro. Sigue el camino por las tierras de San Antonio y del Peñón, cruzando después el arroyo de Valdefuentes siguiendo por Rastrapajas y los Villares para entrar después en Valderas por zona de naves y almacenes, llegando a la carretera desde donde se puede callejear, yendo al castillo, al arco, a las iglesias, viendo casas blasonadas para terminar en la plaza.

Valderas es lugar donde se puede hacer una parada en cualquier lugar para tomar algo o comer el excelente bacalao que ha hecho famosa la villa. Al final se busca la cuesta del matadero para llegar al viejo puente de piedra, cruzarlo y al acabar de hacerlo, tomar un camino que sale a la derecha, que va paralelo al río por la ribera opuesta del camino que se trajo a la venida, aunque en esta ocasión este camino es más directo y más corto, y también se hacen otros seis kilómetros, alguno de ellos de la Vereda Zamorana, hasta llegar al cruce que se utilizó a la ida para ir al río Cea, y en ese punto seguir por el mismo camino que se trajo a la ida, haciendo el mismo recorrido para llegar al punto de partida y finalizar así la ruta.
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