Una recreación histórica cierra una tercera edición "fructífera" de las excavaciones en el yacimiento de La Ercina
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La filosofía de estas campañas es “una filosofía abierta” en las que participe la gente y se puedan recuperar espacios arqueológicos. Con la recreación histórica de este domingo se ha querido “que la gente aprecie de manera visual cómo era aquel mundo” y pueda participar de él. Sobre todo después de que este año, como consecuencia de la reducción presupuestaria, la duración del trabajo se haya limitado a dos semanas frente a los caso dos meses de años anteriores, lo que también ha limitado la posibilidad de que la gente pudiera acceder a este enclave para conocer el trabajo que se está llevando a cabo.
Pese a que se ha dispuesto de menos tiempo, Eduardo González insistió en que el resultado ha sido “muy fructífero” porque se ha conocido mucha información que ha permitido confirmar una ocupación romana que ya se había documentado el año pasado e incluso a confirmar una ocupación en el siglo VIII a.C. de este monte, que son “más modernas” de lo que se pensaba inicialmente. Será ahora con los estudios que se realicen a partir de este momento cuando se pueda encontrar “alguna sorpresa más”.
Desde el equipo técnico se resaltó también que este castro es “importante” a la hora de conocer los usos y costumbres de sus ciudadanos porque fue “colapsado” por la guerra lo que hizo que quedara “intacto” ante la huida de sus habitantes, lo que está ofreciendo mucha información de su forma de vida. Así se ha conocido que se trataba de un asentamiento castreño fortificado en alto y que contaba con fuertes murallas como elemento defensivo pero también como marca de un territorio y para aparentar fortaleza y cohesión social.

En el interior se ha localizado un edificio social “bastante importante” elaborado con una piedra de un color determinado presente a más de un kilómetro del yacimiento, donde han aparecido restos de los elementos que fabricaban sus vecinos con aperos agrícolas, restos de ganadería y herramientas desde cinceles para trabajar la madera o el metal a talados o pesas destinadas al mundo textil.
A partir de ahora, el objetivo del equipo técnico de esta excavación es seguir descubriendo “esta trama urbanística del castro” y profundizar en este nivel de ocupación “muy interesante” porque en la Montaña Oriental de León “no hay nada excavado”. Además de la importancia técnica y científica de su conocimiento, tiene también un gran atractivo turístico, como se demuestra cada año, que podría suponer un respaldo económico para la zona.