Una pregunta al aire

13/05/2022
 Actualizado a 13/05/2022
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El otro día leía en Twitter una de esas preguntas que se lanzan al espacio y que sin que nadie pida realmente una respuesta es recogida por mucha gente deseosa de contarle su vida a los demás.

«¿A cuántos kilómetros del lugar del que naciste vives?». Me pareció curiosa la pregunta porque basta mirar alrededor para saber que muy poca es la gente que tiene diariamente a mano sus orígenes, pero más me llamó la atención el hecho de enfocar la respuesta. Y es que la interminable lista de comentarios parecía más bien un concurso de cuántos husos horarios de diferencia había con su lugar de nacimiento, una colección de gente orgullosa de vivir cuanto más lejos posible de sus padres mejor.

Y es que tengo la sensación de que los leoneses tenemos la respuesta mucho más escondida porque más que un motivo de orgullo lo es de tristeza y de reivindicación. No conozco a nadie de esta tierra que pudiendo mantener su trabajo y las condiciones, si me apuran incluso un poco peores, no quieran volver aquí.

A mí, que me siento un privilegiado viviendo en el barrio en el que crecí, a la vuelta de la esquina de la casa en la que pasé mis primeros 17 años de vida, a 3 minutos del colegio en el que estudié, a 2 de casa de mis padres y a unas cuantas horas de coche de buena parte de los amigos con los que comparti esos espacios hace ya unos cuantos años, me parece poca cualquier reivindicación que sirva para que todo aquel que quiera volver tenga motivos para poder hacerlo.

Y es por eso que días como el de ayer son necesarios, pero también lo son movimientos reales por parte de los políticos a los que se les llena la boca hablando de futuro para León desde un puesto de mando llegando a manifestarse contra ellos mismos. No os preocupéis, que para poner tuits y salir a la calle ya estamos el resto.
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