Una portada atípica

La Catedral recupera su vitalidad colorista con la restauración de la portada llamada popularmente "de la Virgen del Dado", cuya presentación tuvo lugar este miércoles en un acto presidido por el obispo de León, Julián López

L.N.C.
20/09/2017
 Actualizado a 08/09/2019
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La Catedral de León ha recuperado una parte de su vitalidad colorista con la restauración de la portada norte, conocida popularmente como la «portada de la Virgen del Dado», el punto de entrada al primer templo de la Diócesis a través del claustro y el espacio por el que los fieles que acuden al culto acceden libremente a las celebraciones que de manera ordinaria acoge la Capilla de la Virgen del Camino. Una iniciativa promovida por el Cabildo de la S. I. Catedral que, tras seis meses de trabajo y una inversión de 80.000 euros, ha hecho posible devolver el esplendor de la policromía a todo el conjunto escultórico y que obispo de León, Julián López, resaltaba «como orgullo y satisfacción de toda la Iglesia diocesana de León, con gratitud al Excelentísimo Cabildo por el esmero con el que está restaurando y dando a conocer el patrimonio espiritual y artístico de nuestra Catedral, que es como decir de León».

Originalidad y policromía

Durante el acto público de presentación de estos trabajos de restauración que tuvo lugar este miércoles con una amplia presencia de autoridades locales, el canónigo y delegado diocesano de Patrimonio, Máximo Gómez Rascón, ha señalado que «ésta es una portada que resulta atípica y que por su originalidad tiene mayor grandeza, porque mantiene toda la policromía del momento y porque estructuralmente se sale del esquema clásico de lo que era la Catedral». Una peculiaridad que, según puntó Gómez Rascón, se fundamenta en la época en la que se ejecutó esta portada, «a finales del siglo XIII y principios del siglo XIV, cuando han desaparecido ya los grandes maestros que han trabajado en la portada principal, y por lo tanto obra de discípulos que tenían una conexión directa con otros centros escultóricos destacados como la de Burgos». De todo el conjunto, Máximo Gómez Rascón señaló la importancia de la pieza central, la propia Virgen del Dado, nombrada así por una popular leyenda que ya estaría documentada a mediados del siglo XV, la recreación de la escena evangélica de la Anunciación, y la culminación del conjunto en el tímpano con la figura de Jesucristo en la Ascensión, a modo de Pantocrátor sobre mandorla clásica «con un rostro impresionante, simétrico, perfecto, lleno de gloria y majestad, acompañado por la figura de cuatro ángeles y con referencia a los evangelistas con alas, simbólicamente representados de manera novedosa entonces como mensajeros de Jesús».

Riqueza pictórica

En nombre del equipo multidisciplinar que ha trabajado en la restauración de todo este conjunto escultórico de la portada norte de la Catedral, integrado por tres especialistas, intervino Paula Sánchez Ablanedo, que definió todo el trabajo como «una intervención laboriosa y muy importante porque no solamente ha permitido poner en valor toda esta obra, sino que ha servido como plataforma para el estudio pormenorizado de las técnicas que se han ido empleando con mucha información sobre todas las policromías, especialmente la segunda gran intervención, realizada en los inicios del siglo XVI con técnicas tan singulares como la de los brocados aplicados, de muy difícil conservación, y que sin embargo hemos podido documentar para completar un mapa completo de todo este conjunto». Restaurar de manera integral todo el conjunto y analizar toda la información que presentaba esta portada ha sido el reto del equipo técnico que ha dirigido Sánchez Ablanedo, quien subrayó que «más allá del programa iconográfico, en el que los expertos detectan deficiencias, lo más destacado ha sido la posibilidad de acreditar un amplio elenco de técnicas pictóricas que aparecen y que hemos podido detallar en el estudio complementario de esta actuación en una portada que conserva mucha policromía y que sirve para configurar la riqueza de lo que había en la Catedral, porque en todas las portadas de la Catedral se aplicaron estas mismas metodologías pictóricas».
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