Una mirada al pasado para afrontar el futuro

La Cultural celebró su Junta General Extraordinaria con la reaparición de Baena, la reducción del capital a cero y una ampliación de capital para la llegada de Aspire

J. A.
29/09/2015
 Actualizado a 17/09/2019
Javier Baena Navalón presidió la Junta General Extraordinaria de Accionistas junto a Felipe Llamazares. | L.N.C.
Javier Baena Navalón presidió la Junta General Extraordinaria de Accionistas junto a Felipe Llamazares. | L.N.C.
Bromeaba Felipe Llamazares en la rueda de prensa posterior a la Junta General Extraordinaria de la Cultural sobre la coincidencia de la llegada del AVE y la celebración de la misma. «Supieron que hoy era un día histórico para nosotros y lo pusieron a la misma vez», señalaba. Nada más lejos de la realidad, a su manera el día de ayer significó el primer paso de un nuevo capítulo para el club más representativo de la ciudad.

Lo fue porque el club sentó las bases para la llegada legal y oficial de Aspire, que como el director general confirmaría son ya los dueños en la práctica del club, encargándose de la gestión económica en el día a día de la sociedad.«Aquí se está cobrando el día 5 de cada mes y Aspire es ya la responsable de ello», aseguraba Llamazares.

Sin embargo, la Junta sirvió para que los 23 accionistas presentes que representaban más de un 82% del capital del club se reencontrarán una vez más, quizás por última con el doloroso pasado de la Cultural, donde las cifras gruesas en el apartado de deuda han puesto el club en un peligro de disolución que ahora se salva reduciendo el capital a cero para compensar las pérdidas e iniciando una ampliación de capital que deberá restaurar el equilibrio del club.

Javier Baena continuaba siendo el presidente del consejo de administración del club y lo será hasta dentro de un mes La deuda de la Cultural y de la que se hará cargo Aspire cuando tome el control del club dentro de un mes, asciende a 1,7 millones de euros, una cifra a la que se llega después de tener más de 4 millones de pérdidas acumuladas en los diferentes ejercicios económicos y que han amenazado en más de una ocasión con la disolución de la entidad.

Esas pérdidas se mantuvieron hasta la temporada pasada, cuando en marzo de este mismo año las pérdidas llegaban ya a más de 250.000 euros.
En esa mirada al pasado no podía faltar uno de los personajes clave de los últimos años en la Cultural, Javier Baena Navalón, que aún sigue siendo el presidente del consejo de administración del club. Llamazares declaraba después en rueda de prensa que «él apareció y junto con Adolfo (López) salvaron el club a cinco minutos de su desaparición».

Ese consejo cambiará cuandoAspire adquiera definitivamente el principal paquete accionarial del club que ahora posee la empresa ActuaciónDeportiva León y que supone en torno al 80% de las acciones.

Por tanto, la reducción del capital a cero significa que todos aquellos que acudieron a las sucesivas ampliaciones que han tenido lugar en los últimos años pasan a tener acciones por valor cero. Ahora, y dado que a la nueva ampliación solo pueden suscribir títulos los ya accionistas, todos aquellos minoritarios que lo deseen pueden elegir entre comprar entre una y ocho acciones por un euro por cada una que tuvieran antes y que tendrán un valor simbólico o cambiarlos por abonos de la presente temporada en relación al valor de las acciones que tuvieran.

El plazo para ello será de un mes, treinta días de espera hasta que se haga oficial la compra del club por parte de Aspire, que desembarcará definitivamente en León en lo que parece ya un futuro sin sobresaltos para una Cultural que definitivamente merece un poco de tranquilidad después de tantos años de sobresaltos.
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