Durante diez días ha sido el encargado de que un grupo de ocho aficionados de la fotografía descubriera los rincones de una zona que ya visitó y retrató el año pasado y a donde ha vuelto como guía de la expedición. En esta ocasión, todo fue “más complicado y más duro”. El culpable fue el intenso frío que tuvieron que soportar los días del viaje. “Hemos estado entre -34 y-38 grados, no he tenido tanto frío en mi vida”, asegura Néstor.A esas temperaturas, la tecnología se negaba a funcionar y complicaba las cosas. “El móvil se te apagaba según lo sacabas, el dron no quería volar y las cámaras también nos dieron problemas”, resume, por lo que durante todo el viaje tuvieron que acoplar calentadores a los equipos para poder realizar su cometido: buscar las mejores imágenes del lago Baikal.En esta reserva de agua dulce cercana a la ciudad rusa de Irkutsk, las gélidas temperaturas que se registran durante los meses de enero y febrero generan una gruesa capa de hielo que permite incluso que los vehículos puedan circular por su superficie. Por eso aprovecharon estas fechas para realizar el viaje, aunque tuvieron que soportar mucho frío y “salíamos con muchas capas” recuerda Rodán. Eso sí, mereció la pena con tal de disfrutar del paisaje y volver con fotografías únicas.En el caso de la expedición guiada por Néstor Rodán, que contaba también con la presencia de una leonesa aficionada a la fotografía y natural de Armellada, además de viajar en furgoneta por el hielo vivieron la experiencia de subir a bordo de un HoverCraft, una especie de lancha que funciona con aire propulsado para no tocar la superficie. Fue tras un problema en la furgoneta en la que viajaban en una de las zonas del lago y “lo que podía haber sido una obligación se convirtió en una experiencia”, explica el leonés, ya que ninguno había subido nunca a bordo de un aparato como estos que “yo no tengo conocimiento de que existan en España”, asegura. 
En esta ocasión el viaje de Néstor Rodán fue como guía de una expedición de la agencia leonesa WildWhatching Spain, con sede en Riaño, que organiza aventuras para fotografiar animales salvajes, entre otras. Con ellos hace ocho o diez viajes internacionales como guía, algunos tan espectaculares como del que acaba de regresar en Siberia, aunque también tiene previsto ir próximamente a Bolivia o al desierto de Atakama. Destinos todos ellos “auténticos” de los que regresa con increíbles imágenes.De su aventura en el lago Baikal el año pasado, vendió todas las fotografías y este año espera hacer lo mismo y también guardará algunas imágenes para presentarlas a concursos de fotografías de paisajes, a los que ya ha acudido y ganado en alguna ocasión.
La ambición de Néstor Rodán por descubrir nuevos paisajes y retratarlos parece infinita, por lo que este leonés ya piensa en el próximo destino mientras no descarta formar con imágenes de varios lugares del mundo una exposición o publicar en un futuro un libro de fotografía.