Sin embargo, esa necesidad de revolución y, en cierta forma empezar de cero, choca con la realidad de un plan fallido a dos años al que aún le resta un segundo y que supone todo un quebradero de cabeza para arrancar un proyecto que tendrá nuevos ideólogos y entrenador al mando, pero una plantilla casi completa con contrato en vigor.
Hasta 15 jugadores tienen vínculo con la Cultural la próxima temporada, todos salvo Aarón por contratos rubricados este pasado verano con Rícar Pozo como director deportivo, que no continuará en el club. Dani Sotres, Edu Frías, Pedro Empis, Jon Ander Amelibia, Jon Gaztañaga, Galder Cerrajería, Nahuel Arroyo, Ander Vitoria, Sergio Buenacasa y Kalvin Ketu firmaron hasta 2023 con el equipo leonés, alguno de ellos incluso con un año a mayores opcional. Dorian Hanza, cedido esta temporada al Langreo, firmó en su caso hasta 2024 y hará la pretemporada con la Cultural en busca de una plaza en el equipo. Además, Aarón había firmado la campaña anterior antes de irse cedido al Coruxo la renovación hasta 2022 con una temporada opcional que se ha ejecutado y Julen Castañeda renovaba también hasta 2023. En enero, Pozo fichaba a Fran Cruz por lo que quedaba de campaña y otra más llevando el número de jugadores con contrato la temporada 2022/2023hasta los 15. La brecha abierta entre la afición y algunos jugadores con contrato hacen inviable su continuidadMenos, 11, son los jugadores que acaban su vinculación con la Cultural el próximo 30 de junio. De ellos, 4 son cedidos que regresarán a sus clubes de origen (Escobar, Jorge Moreno, Jony Álamo y Álvaro Juan) y de 3 interesa su renovación, estando prácticamente cerrada la de Franck Angong y parece que lejana la opción de prolongar la vinculación de Sierra y Solís. Por tanto, los únicos jugadores que saben seguro que no estarán la próxima campaña en León sonCampanera, Mangana, Alberto Benito y Rovirola.
Con el resto, habrá que tomar decisiones que en muchos casos pasarán por la rescisión del contrato, una acción habitual en la Cultural los últimos años y que se intentará buscar en las condiciones más ventajosas sabiendo que, de una forma u otra, tendrá un coste.
Pero para tomar decisiones hace falta quien las tome y si bien parece claro que Aspire seguirá llevando las riendas del proyecto con Felipe Llamazares como hombre fuerte en el club, será este quien tenga que decidir qué director deportivo se encarga a su vez de elegir entrenador y, en conjunto, confeccionar la plantilla de un año que debe ser ilusionante por el bien de la entidad.