Desde 1980 se encuentra camuflado entre los Pinos del bosque un lugar especial, un oasis en medio del pinar de La Candamia. Son, por tanto, casi 40 años los que este establecimientos lleva abierto al público, convertido en un escondite a descubrir pero que, por su experiencia, ya resulta un viejo conocido para gran cantidad de leoneses. Para huir del calor de la ciudad, de los atascos (alguno dirá, en esta época, que también de las multitudes de las fiestas de San Juan y San Pedro) se encuentra esta encantadora taberna que sigue fiel al estilo con el que nació, a pesar de que se puede decir que ya es la segunda generación la que atiende ahora a los clientes. Se trata de un sitio en el que desconectar, afinar el oído y refrescarse no sólo por la temperatura que brinda la sombra de este lugar, sino también con un buen cañón de cerveza y una ensalada fresquita en escabeche. Abre en abril y cierra en septiembre. Es un sitio perfecto para huir del bullicio y disfrutar de la naturaleza, y de su comida sencilla, casera y de calidad, a 5 minutos de la ciudad. Entre sus especialidades se encuentran los tigres, las croquetas de cecina y de queso de Valdeón, y sus ensaladas fresquitas. Se recomiendan sus ricas paellas, dignas de un buen paladar. Por si fueran pocos los atractivos del local, que durante los meses de primavera y verano abre en torno a las 12 horas hasta pasada la medianoche, instalan una pantalla gigante en una de las zonas para poder disfrutar de los partidos del Mundial de fútbol, algo que no impide que en otras partes de la taberna se siga disfrutando de la tranquilidad de siempre.Un clásico, a fin de cuentas, que se ha mantenido fiel a su estilo y que se convierte en uno de los secretos mejor guardado de los leoneses donde disfrutar del trato y del plato...