Un mundo de libertad

Ana Pedregal lleva su pasión por el mundo de las motos a una exposición con dibujos de impecable ejecución y piezas en tres dimensiones que hasta fin de mes se puede visitar en Espacio _ E

Vicente García
16/03/2019
 Actualizado a 17/09/2019
La artista Ana Pedregal junto a una de sus creaciones en Espacio _E.
La artista Ana Pedregal junto a una de sus creaciones en Espacio _E.
La exposición de Ana Pedregal que se inauguró en Espacio _ E el día 5 de este mes y que durará hasta el día 31, es un canto a la libertad, aunque parezca una colección de máquinas de dos ruedas de diferentes tipos y décadas distintas.

La exposición se compone principalmente de dibujos de modelos de motocicletas enmarcadas en soportes tan llamativos como ruedas o cajas de acero inoxidable. Son distintos tipos, de motos bien dibujados y mejor presentados, acompañados además de piezas tridimensionales como un casco, un zapato de mujer de tacón alto o un juego de bujías convertidos en barras de labios acompañados de un espejo retrovisor como un guiño o una disculpa. Como ella misma dice «el tema de las motos es una excusa, me gusta el mundo del motor, comencé a curiosear por los talleres y a la hora de volver a pintar encontré que era un referente muy atractivo, no solamente es el paseo, sino llevarlo a casa y transformarlo en parte del trabajo». El trabajo parte pues del visionado de las motos y su interés en plasmarlo sobre el lienzo, las partes metalizadas, los reflejos, las partes cromadas, comenzando por las Harley Davidson. A partir de ello se pasa a otros tipos de motos: la moto clásica, la moto de competición que van cambiando para que sean más aerodinámicas y hace que la estética cambie. Además al mundo del trial y el enduro… Viendo los distintos tipos de motos y sus transformaciones hace que se plantee pasar de las dos dimensiones a las tres. Y rebuscando en los talleres ha encontrados piezas como latas, guardabarros, cascos, bujías, retrovisores, horquillas para convertirlos en escenarios y piezas de tres dimensiones que cada una tiene su historia particular.

Aparte de las máquinas y sus características, reflejadas profusamente en la exposición, hay un apartado más liviano, solamente dos piezas apaisadas de un tamaño reducido que muestran esos paisajes que se pueden disfrutar en un viaje en moto, amplios paisajes donde el motorista es una mínima parte de la escena, en azules y verdes, con el gris de la carretera en su zona inferior, un mundo de libertad, de soledad compartida, de velocidad al aire libre, un mundo donde se combinan los elementos con la naturaleza en todo su esplendor y con los compañeros, los amigos reflejados en ese retrato, el retrato de un motero, fiel reflejo de otra de las expresiones pictóricas de la autora: el retrato de personajes muy diversos, como el de ‘Motorines’, un clásico de la vida leonesa, un retrato donde visualiza perfectamente el alma de su modelo.

Una exposición en acuarelas y tres dimensiones que se puede vincular a esas obras realizadas por el gran fotógrafo del mundo de las motos que es Alberto García Alix, quien refleja fielmente con su cámara un modo de vida, una estética que parte de las máquinas de dos ruedas. Algo que según dice Ana Pedregal «es el reflejo del motor, que los amantes de este mundo entienden que a veces es ver más allá, que no es como un cromo o una imagen, sino que es lo que eso evoca para ellos, lo que sienten cuando salen a rodar con su moto».

Una exposición para contemplar y para llevarse a casa aquellos a quienes guste disfrutar del mundo de las motos y que como hemos mencionado anteriormente estará abierta al público hasta el 31 de marzo en Espacio_ E.
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