Un impulso para el turismo y para el patrimonio

El municipio de Soto Amío acoge una etapa del Camino Olvidado con la localidad de Canales-La Magdalena como punto de inicio. Los pasos de los peregrinos les llevarán desde allí hasta Riello a través de una etapa de unos 17 kilómetros entre robles y el Cordel de Merinas, pasando por Villayuste, Lago de Omaña y Oterico para finalizar en Riello.

La alcaldesa de Soto y Amío, Ana Arias, ha valorado muy positivamente la recuperación y promoción de este histórico Camino, algo con lo que, recalca, «estuvimos de acuerdo desde el primer momento, nos planteamos además que ésta era una forma de potenciar el turismo». Los esfuerzos han dado sus frutos y, según explicaba, pronto verá la luz un albergue de peregrinos. «Ya en los prepuestos del año pasado llevábamos una partida para ello, y está a punto de finalizarse para potenciar el paso y la estancia de los peregrinos en esta zona, que tengan un lugar donde dormir y descansar, ducharse, poner una lavadora…». Con esta nueva infraestructura se hará más atractivo el paso del Camino Olvidado por Soto y Amío, dando un servicio al peregrino

El encanto de este Camino, a juicio de la alcaldesa, reside principalmente en la riqueza natural, «discurre por la Reserva de la Biosfera de los Valles de Omaña y Luna que es una de las mejores, así lo dice la Unesco». Además, entiende que este Camino «contribuirá al desarrollo económico de la zona y nos ayudará a proteger nuestro patrimonio». Entre los lugares más bonitos por los que discurre el trazado, destaca en su propio municipio una parte del Cordel de las Merinas entre Canales-La Magdalena y Villayuste, y del vecino municipio de Carrocera la parte del trazado que discurre por los Calderones.