Un futuro con tres meses de finales

Las consecuencias de seguir un año más en Segunda División B serán muy importantes para la Cultural. Ya no sólo por la incertidumbre de intentar mantener los contratos asumidos en un contexto general de clara bajada de ingresos y presupuestos, sino porque la dificultad de subir se multiplica y en juego estará también la obligación total de meterse en la nueva Segunda B Pro.

A falta de confirmación oficial la categoría, que dará comienzo el fin de semana del 26 y 27 de septiembre, supone un futuro con tres meses de finales para regresar a Segunda, siendo el tradicional ‘playoff’ sólo una de ellas.

Ya de primeras, en 18 jornadas, la Cultural tendrá que terminar para seguir optando a él entre los tres primeros de un grupo de 10 equipos. 10 con ese número se harán y en cada uno habrá siete clubes que sabrán ya en Navidad que no suben, siendo decisiva la composición de los mismos para conocer la dificultad, pues tres de los descendidos y teóricamente más potentes como Deportivo, Racing y Numancia son geográficamente cercanos a los leoneses.

La liga empezará el 26 de septiembre y en juego estará, si no se sube, entrar en la nueva Segunda B Pro Si la escuadra culturalista consigue colarse entre esos 30 equipos, se clasificará automáticamente para la nueva Segunda B Pro (que constará de 40 clubes divididos en dos grupos de 20 y entrará en vigor en la campaña 2020/21) y pasará a una segunda fase intermedia en la que se formarán cinco grupos de seis equipos, disputándose también a ida y vuelta 10 jornadas y siguiendo en la lucha por el ascenso los que queden entre los tres primeros y el mejor cuarto, hasta alcanzar los 16 conjuntos.

Ahí llegará un tradicional ‘playoff’ con el que existen muchas dudas sobre el formato, ya que el actual beneficio de los primeros sería inviable pues habría cuatro, por lo que estaría por ver si sería por cruces a doble partido, choque único o liguilla.

Eso para subir, pues en el caso de que la Cultural no entrara entre los tres primeros del grupo inicial, pero sí acabara del cuarto al séptimo, debería pelear por entrar en la Segunda B Pro, jugándose 10 plazas entre 40 equipos de una forma aún no definida.

En definitiva, una categoría de menos nivel por el aumento de equipos pero más atractiva y difícil por la necesidad de estar bien durante todos los meses del año para acabar ascendiendo.