Un antiguo seminarista: "Jamás fui testigo de abusos de tipo sexual, pero sí vi dar unas palizas tremendas"

La noticia de los presuntos casos de pederastia cometidos por un sacerdote en el Seminario Menor San José, de La Bañeza, causó este domingo un gran impacto en la ciudad donde muchas familias tienen miembros que en su día pasaron por este centro de estudios referente en toda la Diócesis de Astorga. Un impacto repartido entre los que se vieron sorprendidos por los hechos y los que aseguraron con rotundidad "no sorprenderle para nada".

La Nueva Crónica habló, al hilo de estas informaciones, con un exseminarista que pasó tres años de su vida en este edificio inaugurado en el año 1961 con casi 400 alumnos y cerrado en 1995. Al haber sido su paso por el San José anterior a los años 80, apuntó no haber coincidido con el padre José Manuel Ramos, profesor al que se acusa de protagonizar el primer caso de pederastia reconocido y castigado por la Iglesia Católica –a través de la Santa Sede– que trasciende en Castilla y León.

Al insistir este periódico, pero sin dar detalles, este antiguo alumno –quien no encontró dentro ni fuera de sus paredes la llamada a la vocación sacerdotal– sí acusó a algunos sacerdotes que impartían clases en el Seminario de "las palizas tremendas que algunos compañeros recibían, muchas veces inmerecidas y desproporcionadas", negando tajantemente que durante su estancia en el centro "fuera testigo directo o indirecto de ningún abuso" de este tipo. El Seminario San José conoció cinco rectores y en la última etapa, desde septiembre de 1977 hasta el cierre de las instalaciones en 1995, fue Gregorio Rodríguez Fernández (sacerdote de la comarca zamorana de Aliste fallecido en julio de 2014) quien ocupó la dirección general del centro.