Un año de moratoria para adaptarse a la nueva aplicación de los purines

Aún no se han publicado de manera oficial las medidas que regirán el periodo de transición para adaptarse a una ley que entró en vigor el 1 de enero

T.G.
08/03/2018
 Actualizado a 18/09/2019
Los agricultores y ganaderos deberán adaptar su maquinaria para lo que contarán con un periodo de transición.
Los agricultores y ganaderos deberán adaptar su maquinaria para lo que contarán con un periodo de transición.
"Es imprescindible que la Junta de Castilla y León nos dé al menos una moratoria de un año para poder adaptarnos a la nueva normativa europea sobre aplicación de estiércoles y purines", afirma Matías Llorente, secretario general del sindicato Ugal-UPA en León, consciente de que así será decidido por parte de la Consejería de Agricultura y Ganadería. Al menos en esa dirección trabajan en un borrador que "deberá publicarse pronto porque necesitamos saber qué medidas se van a tomar al respecto para conocer las consecuencias del cambio de normativa", explica Llorente, a falta de que se haga oficial la moratoria de un año a través del Boletín Oficial de Castilla y León.

La nueva reglamentación europea referencia a la aplicación de purines y estiércol entró en vigor el 1 de enero de este año, pero en la misma existe la posibilidad de que las comunidades autónomas puedan establecer las excepciones oportunas según la situación de la agricultura y la ganadería en cada territorio. Esas especificidades deberán contemplarse en la decisión que tome la Junta, que según Llorente contemplará además que durante este año exista la posibilidad de que el estiércol sólido pueda taparse en un periodo de tres días y no de uno como contemplan desde Bruselas.

"Esperamos además que la Junta convoque una línea de ayudas para ayudar económicamente al agricultor a adaptar la maquinaria a la nueva aplicación, que debería ser de al menos 18.000 o 20.000 euros", incide el secretario general de Ugal-UPA. Con esto y con un año de moratoria, ganaderos y agricultores podrían adaptarse a los nuevos modos de aplicación dado que les ha pillado "por sorpresa" y sin los medios pertinentes para llevarlo a cabo.

En algunas comunidades autónomas ya se ha definido la aplicación de esta norma europea que busca reducir las emisiones de amoníaco a la atmósfera. Es el caso de Galicia, donde la Consejería de Medio Rural ya ha hecho firme su decisión de permitir a los agricultores y ganaderos de la comunidad a esparcir los purines mediante el sistema de abanico, el más utilizado allí, y solo quedará prohibida la aspersión con cañón. También en Asturias ya han oficializado las excepciones y limitaciones que aplicará a esta normativa europea de modo que más del 90 por ciento de la superficie declarada por los agricultores y ganaderos asturianos queda exenta del cumplimiento de la norma. Prevén además que los ganaderos y agricultores puedan seguir utilizando sistemas de plato, abanico y cañones para aplicar el purín en las superficies agrícolas cuando las fincas cuenten con una pendiente media superior al 10 por ciento.

De no cumplir con la normativa europea, agricultores y ganaderos se verán perjudicados a la hora de cobrar la parte del ‘greening’ de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) así como podrían verse además sancionados por Seprona. Para evitarlo, la Junta continuará trabajando en el borrador que previsiblemente dará un año de tregua a la agricultura y ganadería de la comunidad autónoma para que progresivamente los profesionales del sector primario se adapten a las exigencias europeas.
Lo más leído