Un 12 % de los médicos de León participa en la huelga sanitaria

130 facultativos forman parte del paro convocado por CESM, que sitúa el seguimiento en la comunidad en el 65 %

L.N.C.
27/10/2020
 Actualizado a 27/10/2020
Imagen de archivo del centro de salud de José Aguado. | MAURICIO PEÑA
Imagen de archivo del centro de salud de José Aguado. | MAURICIO PEÑA
El paro convocado este martes en los centros sanitarios de la Junta de Castilla y León por el sindicato CESM ha tenido un seguimiento medio del 10,44 % por ciento, según los datos registrados por la Gerencia Regional de Salud en las once áreas de salud de la Comunidad, la Gerencia de Emergencias de Castilla y León y el Centro Regional de Medicina Deportiva a lo largo del turno de mañana.

En concreto han secundado la huelga un total de 679 facultativos de los 6.504 efectivos disponibles este martes en el turno de mañana. Por provincias, el seguimiento ha sido el siguiente: Ávila 7,98%, 19 médicos en huelga; Burgos 5,47%, 56 en huelga; León 12,36%, 130; Palencia 13,12%, 45 médicos; Salamanca 13,05%, 154 facultativos; Segovia 5,47%, 17; Soria 12,17%, 28; Valladolid 6,68%, 113 médicos; y Zamora 28,61%, 117.

La autoridad sanitaria entiende que "ante el anuncio de una situación de huelga es imprescindible adoptar las medidas necesarias para asegurar el mantenimiento de los servicios públicos esenciales, de manera que, sin perjuicio de observar la regulación del derecho de huelga contenida en el ordenamiento jurídico, se atienda al interés general". En concreto, y ante la trascendencia de garantizar la protección de la salud, regulado en el artículo 43 de la Constitución, "deben establecerse en el seno de los centros sanitarios unos servicios mínimos que garanticen la continuidad asistencial para los usuarios del Servicio Público de Salud", apuntan desde la Junta de Castilla y León.

La situación de huelga anunciada, en los términos que se formulan en la convocatoria, afecta a todo el personal sanitario de la categoría del grupo A1 del Servicio de Salud de Castilla y León, y debe poder desenvolverse garantizando el ejercicio y disfrute del derecho fundamental a la huelga junto al derecho de los ciudadanos al ejercicio y disfrute de los derechos y bienes constitucionalmente protegidos.

En consecuencia, resulta imprescindible adoptar las medidas necesarias para asegurar el mantenimiento de los servicios públicos esenciales, de modo que, sin coartar los derechos individuales, se atienda al interés general, considerando los factores de hecho y criterios señalados en los siguientes párrafos para fijar los servicios mínimos.

Se ha considerado, en primer término, la duración temporal y los horarios en los que se ha desarrollado la huelga convocada, que con carácter general afecta a todo el personal sanitario del subgrupo A1 del Servicio de Salud de Castilla y León entre las 0:00 horas y las 24 horas del día 27 de octubre y sucesivos últimos martes de cada mes que no sean festivos. Se ha tenido en consideración la extensión territorial de Castilla y León, así como las características propias de la población de la comunidad autónoma.

Por último, aunque no menos importante, se ha tenido en cuenta el estado de emergencia de salud pública en el que se encuentra la comunidad de Castilla y León, generado por la evolución del coronavirus, que supone la adopción de medidas de contención extraordinarias por las autoridades de salud pública. Es necesario tener en cuenta de forma adicional el escenario marcado por las prioridades de salud pública, y el sistema excepcional de funcionamiento del Servicio de Salud que garantice la compatibilidad de la prestación de servicios públicos esenciales con la protección de la salud.

CESM habla del 65 % de seguimiento


La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) situó por su parte el seguimiento de la huelga de estos profesionales en los hospitales de Castilla y León en el 65 por ciento, un porcentaje que en la Atención Primaria es inferior debido a la “sobresaturación” de este nivel asistencial, según indicó este martes el vicesecretario autonómico de la central sindical, José María Soto, quien acusó a la Junta de “entorpecer” el paro.

Una concentración, que reunió a una decena de personas frente a la entrada principal de la Consejería de Sanidad en Valladolid, reclamó la derogación del Real Decreto Ley 29/2020, así como mejoras en las condiciones laborales, profesionales y la contratación de mas personal ante la “mala gestión” de los últimos años. Los manifestantes, que portaron mascarillas, exhibieron pancartas con el mensaje ‘Salvemos la sanidad’.

En ese sentido, el vicesecretario general de CESM en Castilla y León indicó que la huelga fue secundada por un 65 por ciento de media en los hospitales públicos de la comunidad, aunque en algunos se alcanzó el 70 por ciento, mientras en los centros de Atención Primaria se registró un porcentaje inferior, que el sindicato médico todavía no ha podido concretar. El seguimiento fue interior que en el conjunto del país, donde lo sitúa en el 85 por ciento.

Al respecto, el dirigente sindical aseguró que la Junta ha dificultado el seguimiento de este paro médico en la comunidad con los servicios mínimos, puesto que aseguró que algunos profesionales no sabían si podían hoy hacer un paro, por lo que han acudido a sus puestos de trabajo. También indicó que otros han decidido no ausentarse por “responsabilidad” con el fin de evitar que sus compañeros tuvieran que asumir su trabajo.

De esta forma, el representante de CESM señaló que el seguimiento ha sido difícil en los centros de Atención Primaria por estar “saturados” de trabajo, debido a que a la atención de pacientes se han sumado las pruebas PCR para detectar el coronavirus. No obstante, José María Soto destacó que han recibido cartas de profesionales mostrando su apoyo a la huelga, aunque no la hayan hecho.

Así, citó una carta de Zamora en la que se expresa el apoyo al paro debido a que el Real Decreto del Gobierno, que habilita a contratar médicos sin especialidad y asignar tareas diferentes a la misma, supondrá la vuelta al sistema sanitario de los años 50 del siglo pasado, frente a la especialización y cualificación que tienen ahora los facultativos, por lo que ese compañero consideró que esto iba a mermar la calidad y la seguridad.

De la misma forma, el dirigente autonómico de CESM puso de manifiesto el “éxito” de esta huelga, que se repetirá los últimos martes de cada mes, por el apoyo recibido por las diferentes asociaciones y sociedades científicas de médicos, así como por parte de los colectivos que agrupan a los pacientes. Todos ello, indicó, se oponen a la nueva normativa aprobada por el Gobierno, que habilita a las comunidades a incorporar médicos sin la especialidad y a obligarles a ejercer tareas de otras áreas.

En opinión de José María Soto esto va a “desvirtuar” el sistema nacional de salud y advirtió de que va contra la normativa de 1995 de la Unión Europea que exige a todos los profesionales que ejerzan tener completada la especialización MIR (Médico Interno Residente). Además, lamentó que la Junta haya hecho “oídos sordos” y no rechace esta modificación de la normativa y se niegue a negociar cambios.

Otras demandas


También CESM reclama mejoras en las condiciones laborales, profesionales y organizativas, fruto de la “mala gestión” del pasado, y en un momento en el que para su vicesecretario autonómico la plantilla está “desbordada” y algunos con problemas de ansiedad y depresión, al comprobar que el esfuerzo hecho en la primera ola de la pandemia no ha servido para concienciar a la población, así como para que los políticos alcancen acuerdos y adopten decisiones acertadas.

Para ello, reclamó que se escuche a los profesionales y no se impongan medidas fruto de los problemas y desavenencias de la clase política. Además, recalcó que Castilla y León arrastra un déficit del cinco o seis por ciento de profesionales en las plantillas orgánicas, una situación que señaló se agrava en los hospitales del Bierzo, Soria, Aranda de Duero y Miranda de Ebro (Burgos), así como en los centros de salud de las zonas periféricas y de montaña.

Aseguró que no se cubren las plazas y que como las bolsas de empleo están vacías no se cubren las sustituciones. Sobre este hecho lanzó a la Consejería de Sanidad la pregunta sobre por qué los profesionales se han marchado de la Comunidad, ya que consideró que en lugar de ofrecerles contratos estables, se les está “ahuyentando” de forma que se terminan marchando a otros territorios o países, donde destacó reciben el reconocimiento.
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