Últimas flechas del icono mod

Serán muchos los que no se lo acaben de creer cuando lo lean. Las dos cosas, que Cooper anuncia su retirada y que entre los argumentos cita su edad, 52 años. No se creerán que lo deja porque es muy difícil de imaginar a Alejandro sin su guitarra;y no se creerán que tiene 52 años este músico incombustible que no solo hizo un pacto con la era pop cuando grabó ‘Viviendo en la era pop’ sino también con quedar varado en aquella edad y en aquella seria jovialidad. Pero él sí lo sabe: «Una retirada a tiempo siempre es una victoria. Y ha llegado el momento de decir adiós, después de 35 años dedicados a la música pop». Así empieza la carta que sus seguidores no querían haber leído y con la que el leonés confirma que se retira, que con 52 años ya no se ve más tiempo en los escenarios.

Digo confirma porque en las últimasentrevistas ya iba dejando señales de que algo podía pasar. En febrero de este mismo año, en una entrevista con Joaquín Revuelta el día que tocaban en Espacio Vías, decía: «Después de disfrutar de esta segunda gira pararemos. (...) Inés va a tener un niño y todos nosotros tenemos otros proyectos y otras cosas que nos van a llevar tiempo. (...) Ese tipo de parones yo siempre me los planteo como que no voy a coger la guitarra nunca más, estoy harto, y luego al final la acabo cogiendo. Hay otra cosas que tengo que hacer».

Ahora confirma que es verdad.

Que son muchos años «en el frente» nadie lo duda. En un viejo reportaje de los primeros números de la desaparecida La Crónica aparecía un jovencísimo Alejandro Díez que coleccionaba fanzines mod, que los escribía... que hablaba con pasión de esta música y su estética. Yunos meses más tarde fundaba la banda que le dio apellido para siempre, Los Flechazos, pues el Alex Cooper de hoy jamás dejó de ser Alejandro Flechazo, y jamás dejó de ser una hormiguita trabajadoras que fue sumando hitos a su carrera mod. Y él no oculta cuando repasa su carrera: «Sé que jamás tendré los picos de popularidad que logré cuando era muy joven, en la época de Los Flechazos».

Como tantos leoneses nació lejos, en Alicante, en 1967. Vivió en San Sebastián, comenzó a despertar en Madrid y, suele decir él «descubrí el mundo en León».

E hizo que su mundo, el pop, el mod, girara alrededor de León, que para eso fundó el hoy consolidado Purple Weekend entonces, le recibieron como si fuera León; y siguió poniendo en marcha cosas que a él le parecía que hacían falta: editó fanzines, abrió una tienda de discos, montó una editorial de libros musicales y parió éxitos sin prisa pero sin pausa, no pisó los charcos que le ponían en su camino...

Y asegura que cierra esta etapa con deudas pendientes, como escribir una novela seguramente autobiográfica, que llegará, como llegarán otros mismos proyectos, porque lo apunta en su carta...

Y El Flechazo siempre hace diana.