Tras las huellas de los pastores de Babia... hasta la Edad de Bronce

Un equipo internacional de arqueólogos ha llevado a cabo un proyecto de investigación que analiza la evolución del pastoreo en la Cordillera Cantábrica (en Babia) desde sus orígenes en la Prehistoria

Fulgencio Fernández
29/08/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Sondeos en la comarca de Babia. | REPORTAJE GRÁFICO: INCIPIT-CSIC
Sondeos en la comarca de Babia. | REPORTAJE GRÁFICO: INCIPIT-CSIC
Si Babia —al margen del dicho de Estar en Babia— ha tenido una seña de identidad ha sido el pastoreo, la ganadería y todo lo que de ella se deriva, incluida la trashumancia.

Esta realidad, trasmitida de generación en generación, tiene ahora un soporte científico añadido gracias a un importante proyecto de investigación que analiza la evolución del pastoreo en la Cordillera Cantábrica, desde sus remotos orígenes en la Prehistoria y que han estado trabajando durante casi un mes este verano en Babia. Se trata deun equipo internacional, dirigido por el arqueólogo David González Álvarez (del CSIC) e integrado por investigadores y estudiantes españoles, británicos y portugueses, que ha centrado su trabajo de campo en los pastizales de altura del municipio leonés de Cabrillanes. A bote pronto y como adelanto de los resultados se puede decir que han documentado testimonios de la ocupación pastoril de las montañas babianas desde la Edad del Bronce hasta nuestros días.

Hay testimonios de la ocupación pastoril en las montañas de Babia desde la Edad del Bronce a hoyEl doctor David González Álvarez del Instituto de Ciencias del Patrimonio del CSIC ha coordinado este equipo internacional compuesto por los arqueólogos Valentín Álvarez Martínez, Kayt Armstrong y Jorge Canosa Betés, junto a estudiantes de varias universidades. Continua este equipo las labores iniciadas en su primera campaña de septiembre de 2017, en la que el equipo centró sus esfuerzos en localizar y estudiar –mediante teledetección, inspecciones sobre el terreno, prospecciones geofísicas y la excavación arqueológica de sondeos– los numerosos asentamientos pastoriles existentes en espacios de pasto al norte de La Cueta y Torre de Babia (Cabrillanes). Se muestran con vencidos desde el equipo internacional que «los resultados preliminares no pueden ser más prometedores, pues apuntan a la compleja evolución de los paisajes leoneses de alta montaña, en cuyo modelado las actividades pastoriles han desempeñado un papel central a lo largo de la historia».

Unametodología avanzada para extraer toda la información enterrada en los pastizales de altura les ha permitido documentar que «la vertiente leonesa de la Cordillera Cantábrica alberga incontables trazas de su biografía ligada al pastoreo. Ruinas de cabañas, corros y cercados para el ganado salpican las praderas estivales de Babia, donde aún pastan los últimos rebaños de ovejas llegados desde La Ribera o incluso Extremadura, además del ganado local de los pueblos cercanos». Añaden que «esta actividad ganadera ha sido clave en la formación de estos paisajes, que ahora languidecen consecuencia de las transformaciones que atraviesa el medio rural».

Y señalan la preocupante realidad actual, ese languidecer del mundo rural, pues, afirman, «las numerosas ruinas que encontramos en estas montañas podrían parecer muy recientes, de apenas unos pocos siglos de antigüedad; pero la realidad es más compleja y diversa: algunos de estos restos responden a momentos muy lejanos en el tiempo».

Las numerosas ruinas podrían parecer recientes, de unos siglos, pero algunos son muy antiguosY frente a los enigmas que todas ellas plantean es la Arqueología la ciencia que emerge como la disciplina llamada a recuperar los últimos datos de esta forma de vida, y obtener también informaciones sobre sus orígenes y desarrollo a lo largo de milenios. «La campaña de 2018 en Cabrillanes ha sido un verdadero éxito. Las tareas de catalogación han reconocido más de un centenar de estructuras relacionadas con el aprovechamiento pastoril de estos espacios elevados.Los sondeos arqueológicos desvelan la diversidad cronológica de estas estructuras, que reflejan diferentes fases históricas en el aprovechamiento pastoril de estas montañas», señalaban los responsables al finalizar los trabajos.

A la hora de quedarse con un dato de esta segunda campaña, aunque es complejo pues han sido muchos los hallazgos y avances, señalan que «la sorpresa de este año ha sido la identificación de niveles de ocupación durante la Edad del Bronce. Uno de los sondeos realizados ha permitido recuperar pequeños fragmentos cerámicos asignables a este período: testimonio exiguo, pero expresivo, de la frecuentación de estos pastizales de altura hace unos 4000 años por grupos humanos que serían responsables, probablemente, de la temprana domesticación de estas montañas».

El éxito de la campaña y la excelente acogida de las gentes de Babia les hace hablar de nuevas campañas de excavación.
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