Tradición truchera en plena Reserva de la Biosfera de Laciana

El municipio de Villablino cuenta con abundantes espacios donde disfrutar de la pesca

E. Niño
26/04/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Fotografía de archivo del embalse de Las Rozas. | E. NIÑO
Fotografía de archivo del embalse de Las Rozas. | E. NIÑO
El municipio de Villablino, en plena Reserva de la Biosfera de Laciana, cuenta con abundantes espacios de agua dulce, tanto ríos como agua embalsada, donde desarrollar el deporte de la pesca. Una actividad muy arraigada que hace que el municipio tenga fama de tradición truchera.

En lo que se refiere a los embalses, las zonas más emblemáticas para la pesca son pantanos de Las Rozas y Matalavilla, además de la zona del pantano de Villaseca al límite con Babia. Hay que tener en cuenta que la principal modificación de la ley de pesca de este año alude a las aguas embalsadas o pantanos donde esta campaña es necesario solicitar autorización porque pasan a ser Aguas en Régimen Especial Controlado (AREC).

La pesca en los ríos de la zona también es destacada, con áreas muy demandadas por los usuarios como el margen de Villar de Santiago en dirección a Villablino. Existen otras zonas que antaño han sido lugares para practicar la pesca, pero que desde los últimos años sufren restricciones y vedados como es el caso del río que baja de San Miguel, o algunos tramos del llamado río Grande de Caboalles.

El paso del tiempo y los cambios en la normativa han hecho que la pesca vaya evolucionando poco a poco. Es algo que también se nota en la forma de pesca, y es que lo más habitual en la comarca de Laciana es optar por la pesca a mosca, la mosca a la leonesa, y sobre todo la pesca a ninfa. Pese a que esto es lo más habitual, algunos todavía optan por el cebo a lo tradicional, empleando el cebo natural conocido como maraballo, la lombriz de tierra, el gusarapo o gusarapilla, y los rabones o rabiscas, pequeños bichos presentes en las propias aguas.
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