Tirando del hilo

26/09/2017
 Actualizado a 15/09/2019
Guardar
Tuve un sueño días atrás de esos tan fantásticos que no puedo llegar a tildarlo de utópico: no hablaría de referéndum ni españolismo más que una vez al día antes del desayuno, y en pocas palabras, sin rebuznar demasiado ni toser al tiempo que intento coser un pensamiento que no me pertenece, con el fin de preservar el hígado. Y pese a escapar de la utopía, no lo he conseguido aún, aunque voy avanzando buscando vericuetos por sendas aledañas. Pero no ayuda la segregación de la pedanía de Salentinos de Palacios del Sil. Así no puedo escaparme de tirar del hilo. Vale que no ha sido un paso de hoy para mañana, pero parece tan fácil sobre el papel que un pueblo se mueva sin ruedas de un municipio a otro…desde los años 90 Páramo del Sil había pedido ser el padre custodio de las mil hectáreas que tenía Palacios en un enclave de montaña tan atrayente que hasta yo pujaría por quedármelo si el Instituto Geográfico me diera un atisbo de esperanza para conseguirlo, aunque fueran 200 metros para una casina con jardín y, si sobra, huerto de invierno. Lo pedía cuando Salentinos agonizaba, sin el oxígeno vecinal y con las casas estrechando los años hacia adelante, pero siempre con la mirada puesta en los dos mil metros de altura que supera el Catoute. Dos décadas después, Salentinos cambia de dueño por una decisión de la Junta, amparada en los mapas, con los que Palacios ya había presentado su desacuerdo. Mapas, lindes. Cada palabra ata a hablar del conflicto de la propiedad de los territorios, sobre todo cuando el Bierzo también espera a la nueva Ley de Ordenación Territorial para decir a quién se abraza. Un Bierzo que en los últimos años ha sumado a su lista de integrantes el 37, precisamente Palacios. Parece tan fácil poner o quitar un territorio que... Y aquí es donde me acuerdo del sueño, más que nada, por lo del hígado.
Lo más leído