El 'penitente' o jugarse la vida para explosionar el grisú
La mina es, seguramente, el trabajo con más oficios diferentes y algunos peligrosos, de cunetero a picador y un largo etcétera. Uno de los más desconocidos, porque ya no existe desde hace décadas, es el de penitente, un obrero que entraba solo y se arrastraba por las galerías con una antorcha para explosionar el gas que pudiera existir
