"Suerte no tuve en la vida, pero tiré para adelante"

Corona Carrera es una de esas mujeres de Cabrera inasequible al desaliento, "la vida no vino bien", reconoce, pero "hay que seguir..." y ¡vaya si ella siguió!

Fulgencio Fernández
11/03/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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En el acto celebrado este sábado en el Teatro San Francisco en homenaje a la mujer, —Yo soy...—, se proyectaron a lo largo de la mañana numerosos testimonios en vídeo de todo tipo de mujeres: la subdelegada del Gobierno, arqueólogas, arquitectas, ganaderas, artistas... el último, el que cerraba la mañana, fue el de Corona Carrera, de Losadilla de Cabrera, que se definió como «jubilada, trabajé toda la vida enel campo y la ganadería y llevo en mi memoria buena parte de las tradiciones de mi tierra, Cabrera». Se hizo un silencio. Llegó a la gente aquella octogenaria que aparecía delante de su cocina económica, hasta que alguien dio las primeras palmadas y nació una cerrada ovación para Corona la de Losadilla.

En las celebraciones tradicionales que hay en aquella comarca es muy habitual encontrar a Corona vestida con el traje tradicional, recitando alguno de los ramos, participando... «Se apunta a un bombardeo», dice uno de sus hijos, José Manuel Moro.

Y, sin embargo, como ella misma dice, «la vida no me fue fácil, pero de lamentarse nada sacas, de trabajar sí. Y a mí me dio por trabajar».

Es fácil imaginar cómo serían las cosas en aquella Cabrera de 1935, cuando nació Corona en Losadilla, con la guerra civil a las puertas y en una comarca deprimida y aislada. La primera consecuencia que trajo para Corona la guerra si no fuera trágica se podría calificar de curiosa. «Mi padre tuvo que ir al frente y yo no lo pude conocer hasta que ya era una niña, varios años después, yo ya tendría cinco años. Cuando apareció en casa aquel hombre, con aquellos correajes y aquel traje todo estropeado, al que no había visto nunca, le cogí miedo, me asustaba. Sería mi padre pero para una niña no hay razonamientos, tardé tiempo en perderle aquel respeto, bueno del todo yo creo que no llegué a perdérselo nunca».

Como tantas otras niñas de Cabrera, y otras comarcas leonesas, por aquella época pronto comenzó a ayudar en casa, pero sin que sus padres olvidaran la escuela, algo que tampoco tuvieron fácil. «Entonces no había escuela en Losadilla y teníamos que ir a Forna, que parece que está ahí al lado pero son más de cinco kilómetros. Y al maestro tenían que pagarlo nuestros padres».

Lo cuenta Corona Carrera y remata con frecuencia, «la vida era así». Y así llegó hasta el matrimonio, que abrió una etapa de trabajo pero también de felicidad pero... «tampoco tuve suerte con el marido y se me murió con 38 años, en plena juventud». Y remata su razonamiento cargado de lógica: «Con los hijos en casa, ¿qué otra te queda? De lamentarte no sacas nada, así que a trabajar». Como decía enel vídeo «en el campo y a la ganadería, que otra cosa no había para las mujeres».

Y sacó a los hijos adelante, «que ahí están con la vida hecha»,a pesar de las dificultades que viendo aquellos tiempos con ojos de hoy habrá muchos jóvenes a los que les cuesta trabajo entender lo que recuerda gente como Corona Carrera de su vida. «Sólo piensa que en las casas no había ni luz ni agua corriente ¿Lavadoras? A lavar se iba al río, todo, la ropa, los trapos de los niños, que eso de los pañales es muy moderno». A ver cómo les cuenta ahora a los nietos que no se podía enchufar la tablet o el móvil.

Pero sí tenían otras formas de diversión, con las reuniones invernales que en Cabrera llamaban seranos, las fiestas locales y otras costumbres y tradiciones, entre las que estaban los ramos cabreireses, que eran una de esas costumbres cabreiresas que esta mujer llevaba en su memoria pues fue durante muchos años la encargada de interpretar los de su pueblo, Losadilla.«Es una cosa que me venía de tradición familiar. En Losadilla los ramos siempre los hacía una tía mía y cuando ella ya no pudo pues empecé yo, que no se me daba mal. Una vez que me puse mala y creí que no podía pues los iba apuntando. También fuimos con los ramos a Forna y a Santa Eulalia». También recitaba y recordaba coplas, romances...

Ahora, jubilada pero sin retiro, sigue activa, colabora...
- ¿Y su hijo José Manuel cree que es buen alcalde?
- ¿Y qué quiere que le diga? Yo no me meto, lo que sí le digo es que es buen hijo, y trabajador, y que me ha dado dos nietas como dos soles.

Irrepetible, Corona.
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