21/10/2021
 Actualizado a 21/10/2021
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Han pasado meses, casi un año, desde que el gobierno de España aprobase en los presupuestos del último ejercicio, 7 millones para construir el ramal ferroviario de Villadangos del Páramo. Asimismo, el gobierno de La Junta, aprobó una subvención directa de 1,5 millones que ayude a financiar los gastos de los proyectos necesarios en su construcción. No es nuevo descubrir que León no atraviesa su mejor momento, ni estamos dispuestos a seguir esperando a que por arte de magia se cumplan los propósitos presupuestados. ¿Se acuerdan de aquella famosa anécdota?, cuando se le preguntaba a Siri, cuál era la distancia que había entre Madrid y León y respondía, ‘Valladolid está a 213 km aproximadamente de Madrid’. Hoy si le volviésemos a preguntar por la distancia que hay entre la línea de ferrocarril León-A Coruña con el polígono industrial de Villadangos, seguro que nos respondía con algo muy similar. El apogeo del centralismo es tan insultante que convierte el centro de la comunidad en el enclave estratégico del noroeste, obviando a León para convertir a Pucela en la madre de todos los centros, con la ayuda inestimable de políticos serviles y el beneplácito del silencio del ombligo agradecido. Repiten una y otra vez esa frase tan manida: «La culpa de lo que pasa es de los otros», independientemente de si estás gobernando o estás en la oposición. La realidad nos dice que en los últimos cuatro años en el sector industrial se han destruido 12.000 empleos en nuestra provincia, un 42%. Ninguna sufre el mismo descalabro, otras en cambio ganan empleo. Y esto continúa, hoy asistimos a otra deslocalización, esta vez toca Jupiter Bach, multinacional con parche en el ojo y espada mercenaria, que sin anunciar pérdidas económicas se nos va por su ego estratégico y quizás por el poco peso que albergamos tanto en la autonomía como a nivel nacional. Nos agradan los oídos con una transición llamada justa, que solo traerá molinos y placas solares fabricadas en otros países, destruyendo espacios naturales y sin crear prácticamente empleo.

El domingo 24 de octubre, a las 12h, con salida desde los sindicatos, una nueva manifestación recorrerá las calles de León, con final en la Plaza de Botines. Alcemos nuestra voz para impedir que se destruyan otros 52 empleos. No podemos resignarnos, no podemos asistir impasibles a la aniquilación de nuestra Región Leonesa.
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