Sinfín 22 - Abanca 27: 'Lucin mantiene en órbita al Ademar'

La gran actuación del croata lidera el undécimo triunfo seguido del equipo leonés, que tras coger seis goles de renta en la primera mitad, supo dar otro tirón cuando los cántabros se pusieron a uno

Jesús Coca Aguilera
12/11/2019
 Actualizado a 12/11/2019
Mario López conduce un contraataque del Abanca Ademar. | JAVIER QUINTANA
Mario López conduce un contraataque del Abanca Ademar. | JAVIER QUINTANA
Con diferentes guiones, pero con un mismo final. Así se desarrollan durante los últimos meses todos los partidos del Abanca Ademar, que frente al Sinfín (22-27) sumó su undécima victoria seguida tras un partido en el que nunca fue por detrás en el marcador, Cadenas pudo rotar mucho sus piezas pensando en la cita europea y la sensacional actuación de Tin Lucin, con ocho goles de ocho lanzamientos, fue decisiva para lograr el triunfo.

El croata mantiene en órbita al Ademar, que tras llegar a coger hasta seis goles de renta (8-14) en la primera mitad vio cómo, en el ecuador de la segunda, el Sinfín se colocaba a sólo uno (18-19), momento en el que subió el pistón atrás, dejó diez minutos sin batir su portería y sentenció el choque sin necesidad de sufrir en los instantes finales.

Gran conclusión para un choque que había empezado con los leoneses cargado de novedades. Donlin, tras meses sin un solo minuto de juego, aparecía de cara en defensa ante la ausencia de Carou, Patotski sustituía bajo palos a Dino Slavic, Gonzalo entraba en lugar de un Mario López habitualmente fijo de inicio y Juanjo actuaba de salida en ataque.

Los leoneses, que rotaron mucho, salieron ya con un 0-3 y nunca llegaron a ir  por detrás en el marcador Un esquema muy poco habitual pero que surtió efecto de salida, dado que el Sinfín tardó casi siete minutos en hacer su primer gol y el Ademar, con golazo incluido desde su portería de Patotski, se ponía rápidamente 0-3.

No bajaría de hecho desde el 2-5 la diferencia ademarista de tres goles en toda la primera mitad, gracias sobre todo a que en ataque había dos hombres en estado de gracia e imposibles de parar por la defensa cántabra.

Uno era Tin Lucin, que marcaba cinco goles en cinco lanzamientos y hacía muchísimo daño desde nueve metros y también penetrando cuando la defensa salía a cubrir su disparo; y otro Rubén Marchán, agarrando cada balón con el que le intentaban buscar en seis metros y metiendo cinco de ellos a un desastroso Mijuskovic, a quien el Sinfín tenía que sentar por primera vez en la temporada para dar entrada al jovencísimo Sergio Rosa.

Con ese panorama la distancia se disparaba hasta una máxima de seis goles (8-14) que parecía dejar roto el choque, pero en los últimos minutos de la primera mitad el Sinfín lograba un parcial de 3-0 que le devolvía al mismo(11-14)y que decisivo en su devenir.

Porque pronto, en el arranque de la segunda mitad, el colchón que había cogido el Ademar acababa de esfumarse, con el Sinfín poniéndose a sólo uno (15-16) y obligando a pedir tiempo muerto de Cadenas.

Con el 18-19 en el ecuador de la segunda mitad el Ademar dejó 10 minutos seguidos su meta a cero y sentenció La Albericia apretaba y el partido se ponía en un pañuelo, pero el Ademar supo responder bien al reto, pues no permitió que el Sinfín llegara a empatar y volvió a abrir otra brecha, esta vez definitiva, tras el 18-19.

Ahí, en el ecuador de la segunda mitad, estuvo una clave del triunfo con varios nombres propios: el aumento de la intensidad defensiva, con Carou que había descansado durante toda la primera mitad dando un plus; Slavic mejorando la efectividad de la portería; Jaime colocándose en el centro y moviendo a la perfección al equipo; Lucin volviendo a pista con el mismo descomunal acierto que antes de su descanso; y David Fernández, apagado hasta entonces, levantándose dos veces desde nueve metros para superar a Rosa.

¿La consecuencia? Que el Sinfín se pasara diez larguísimos minutos sin meter gol, logrando los leoneses un parcial de 0-4 que les ponía cinco arriba (18-23) y les permitía un final tranquilo en el que a base de contraataques lograban mantener un intercambio de goles que desembocaba en el 22-27.

Otra victoria más para encarar de la mejor manera el inicio del tramo más duro del calendario. El domingo, en Hungría, tocará cambiar el chip para intentar dar el primer paso hacia la fase de grupos de la EHF.
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