"Si la cultura es nuestra, somos sus responsables"

Cuenta Miguel Delibes en su obra ‘Viejas historias de Castilla la Vieja’la historia de Isidoro, un chico de pueblo que se fue a estudiar a la ciudad. Allí uno de sus profesores le dijo cuando él no acertaba a demostrar que los ángulos de un triángulo valieran dos rectos: «Siéntate, llevas el pueblo escrito en la cara». A partir de entonces, el hecho de ser de pueblo se le hizo una desgracia, tal y como cuenta Delibes, porque el chaval «no podía explicar cómo se cazan gorriones con cepos o colorines con liga, ni que los espárragos, junto al arroyo, brotaran más recio echándoles porquería de caballo, porque mis compañeros me menospreciaban y se reían de mí». Y de este fragmento echó mano este martes el investigador José Luis Alonso Ponga para hablar de cómo la cultura agraria puede convertirse en patrimonio cultural como recurso, de cómo el concepto de pueblo ha ido cambiando según la época histórica y del potencial que tiene el medio rural, tantas veces menospreciado.

Lo hizo cerca de su pueblo, Alcuetas, y entre las paredes de La Panera de Gordoncillo, hechas de ese barro que el tanto ha perseguido en sus investigaciones para poner en valor la arquitectura tradicional. Y lo hizo despertando las conciencias y poniendo la primera piedra al Curso de Verano que la Universidad de León desarrolla estos días en Gordoncillo y que pretende dar una visión multidisciplinar del patrimonio y la cultura agraria.

Alonso Ponga analizó los conceptos de cultura, de pueblo, de ciudad, de patrimonio... y todo ello para que quienes le escuchaban sean capaces de dar con las herramientas precisas que puedan servir para valerse de la cultura rural para convertirla en patrimonio como recurso. «Si la cultura es nuestra, nosotros somos sus responsables», incidió el investigador, que puso ejemplos reales de patrimonio agrario así como analizó otros casos que ya son perdidos. Este es el caso de los chozos de viña de Valderas, sin ir más lejos, que ya son parte del recuerdo de los valderenses y de su patrimonio al extinguirse.
Tras la intervención de Alonso Ponga, tuvo lugar la inauguración oficial del curso, dirigido por el historiador y director del Mihacale, Javier Revilla. En el acto estuvo presente María Dolores Alonso, Vicerrectora de Relaciones Institucionales y con la Sociedad de la Universidad de León, y también el alcalde del municipio, Urbano Seco.

Pero aún queda toda una semana de descubrimientos por delante y de aprendizaje los más de 20 alumnos con los que ha contado esta primera edición de un curso que ha nacido con vocación deconsolidarse en el calendario estival de la ULE.

Para este miércoles, están previstas las intervenciones de Carlos Barciela López, José Ramón Lara Rodríguez, Manuel Rodríguez Pascual y Juan Manuel García Bartolomé, que desde diferentes perspectivas, continuarán con el análisis del patrimonio y la cultura agraria. Además, este jueves acudirán a visitar el molino de Villacelama, como ejemplo de aprovechamiento del patrimonio agrario en León.