Si el rey tienta que sea con botillo

Las 'Tentaciones del Rey' regresan para llevar a la mesa el botillo berciano pese a la cuaresma. La carne en este caso es venial en las peculiares jornadas gastronómicas y los bercianos tienen bula para degustarla en 27 restaurantes adheridos a la iniciativa, ellos y los que quieran morder el pecado del monarca

Mar Iglesias
22/03/2019
 Actualizado a 14/09/2019
El botillo es el protagonista de los platos de las tentaciones.
El botillo es el protagonista de los platos de las tentaciones.
El botillo se hace fuerte a lo largo de todo el año y no hay cuaresma que le ponga freno. Los bercianos, por estar detrás de su confección, tienen particular bula, que inyectan a los que llegan para que no se vayan de la comarca sin darse un regusto al rey de los embutidos.

El Consejo Regulador del Botillo del Bierzo le ha dado alas para que así sea desde una iniciativa que este año cumple su cuarta edición con salud. La que le dan los 27 restaurantes acogidos a lo que se ha dado en llamar ‘Las Tentaciones del Rey’, unas jornadas gastronómicas temáticas que, del 8 de marzo al 7 de abril, quieren que sus cocinas se llenen del característico olor al botillo en cocción.

Desde los 13 a los 40 euros cada establecimiento da lo mejor de sí mismo para tentar, de la mano del rey. El objetivo es que se lleguen a consumir 4.000 botillos en cinco semanas –el año pasado se llegaron a los 3.200-. Además, para que todos puedan llevarse a la boca el manjar berciano también a lo largo de estas jornadas se servirá botillo durante los fines de semana en los comedores del Hogar del Transeúnte y Proyecto Hombre, para lo que las empresas adscritas al Consejo han entregado 10 kilos de botillo cada una.

Pero si se trata de abrir boca, aquí algunas de las delicias que ofrecen los restaurante. En el corazón de las Médulas, el Mesón Agoga encandila con una sopa de cocido y botillo de primero para pasar a un segundo en el que el rey se une al chorizo, a los garbanzos a la patata y al repollo. El embutido protagonista hace parada también en La Moncloa de San Lázaro, en Cacabelos, donde, además de un ambiente perfecto para su degustación, se sirven embutidos o caldo para abrir boca, pimientos asados de la Moncloa, empanada de Batallón tradicional, botillo estilo Cacabelos con repollo, garbanzos y cachelos.

Y el botillo sigue viaje hacia San Román de Bembibre para hacer parada en La Piedra. El mesón bembibrense sorprende con un pastel de botillo, croquetas de botillo y para acabar, un dulce propio, las garrapiñadas de Bembibre. Un poco más en la montaña, el embutido llega al Restaurante Fulguera, donde se deja acompañar por un nido de pulpo a feira. Dentro del Bierzo, cae en el Hotel Rural Villa Mencía, en Corullón, donde se deja comer después de una original tosta de pimientos y ventresca, de las croquetas caseras típicas de la casa y antes de las natillas. Por supuesto, en compañía de chorizo, garbanzos, repollo y patatas.

Pero incluso llega a Villaseca de Laciana, donde comparte tentación con el Hostal La Terraza. Desde allí todo lleva el apellido del botillo, desde sus empanadillas, hasta los croquetones, el arroz y, de nombre, el botillo con verduras. Son algunas de las propuestas que no superan los 25 euros y que dejan claro quién sigue siendo el rey de la mesa.
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