Sellada la muerte anunciada del último pozo de interior en el Bierzo

Los trabajadores de Antracitas de Salgueiro recibieron la carta de despido para el día 16 de noviembre, cuando solo quedarán operarios para realizar labores de mantenimiento

Mar Iglesias
16/11/2018
 Actualizado a 19/09/2019
El pozo Salgueiro acaba con su vida productiva
El pozo Salgueiro acaba con su vida productiva
Desde 2012, el Pozo Salgueiro ha ido cerrando sus puertas hasta acabar diciendo adiós. Ese año ya cerró las puertas el pozo de Torre del Bierzo, que había comenzado a trabajar en los años 60, y que era resultado de la absorción del grupo Campomanes Hermanos. Nunca tuvo más de 150 empleados y en esos últimos tiempos eran 35, que siguieron restándose. Pero la mina es caprichosa y los cupos del carbón funcionan como un desfibrilador y dejan pequeños borbotones de empleo de vez en cuando.

En aquel momento Uminsa sellaba su decisión de cerrar el pozo de interior justificado en la falta del cobro de ayudas estatales y en la falta de un marco estable para el sector.

Salgueiro, tras varias amenazas de ERE, ahora se rinde a la liquidación de la propietaria Uminsa y, sin nadie que le salve de la quema, se convierte en el último reducto minero berciano en morir. Quedaban operando, según el dirigente de UGT, Jorge Díez, una veintena de operarios, aunque el alcalde de Torre del Bierzo, Gabriel Folgado, apunta a que en la mayor parte del tiempo han sido treinta.Ellos le manifestaron al regidor que habían recibido las cartas de despido con fecha 16 de noviembre. Era la última mina de interior que quedaba y, una vez explotado todo el carbón que tenía programado para este año y el próximo, no tiene sentido continuar. Quedarán labores de mantenimiento para sostener el pozo, dice Díez, pero ya no saldrá carbón de la mina.

El alcalde de Torre aseguraba que el cierre de la mina, marca un día triste, con la simbología de la pérdida del pasado minero, que aún palpitaba “cierra un ciclo histórico para la minería en el Bierzo”. Asegura que gracias a la minería, Torre empleó a sus vecinos “y tuvieron una vida digna” que ahora será recuerdo. La cuenca berciana queda tocada “porque la falta de empleo es clara, aunque este pozo ya no aportaba mucho, es un símbolo para nosotros”.

Folgado espera que el futuro pueda “reinventarse” aunque no descarta que el carbón vuelva a sacarse de estas minas, ya que ahora las empresas se han visto obligadas a acogerse a los planes de cierre, puesto que las no rentables, de no hacerlo, tendrían que devolver las subvenciones cobradas, de ahí que procedan a cerrar el candado, al menos, temporalmente.

El regidor lamenta que hayan sido los trabajadores los que le hayan dado la noticia con sus cartas de despido y no la empresa, por eso el silencio será el que acompañe al cierre.

Al tiempo, la Gran Corta de Fabero también va tocando a su fin, después de que, desde agosto comenzara a desmontarse. Desde entonces, los trabajadores de las subcontratas han ido dejando sus puestos hasta esta semana que lo hicieron la treintena que quedaba. La alcaldesa de Fabero, Mari Paz Martínez lamentaba que “donde trabajaron 500 personas” se cierre casi en silencio.

Los cierres llegan en un mal momento, cuando la baraja se desmorona y Endesa también remite a los sindicatos su intención de dejar de operar en Compostilla. Es otra de las muertes anunciadas que veía el Bierzo en su futuro y que ahora cobra forma. El presidente del Consejo Comarcal, Gerardo Álvarez Courel se apresuraba a pedir la intercesión gubernamental contra esta decisión, que supondría que 200 empleados quedaran en la calle, además de los operarios de las empresas subcontratadas, unos 180, que llevan tiempo reclamando que se aclare su futuro.
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