Secundino Llorente

Selectividad única

17/12/2020
 Actualizado a 17/12/2020
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No es muy normal que año tras año, y ya van muchos, se venga cometiendo este atropello a la hora de decidir la adjudicación de plazas en las universidades españolas después de realizar las pruebas de la selectividad. Es inadmisible que un muchacho se esfuerce en bachillerato con la ilusión de conseguir una plaza en una determinada facultad y al llegar a la matrícula se encuentre a otro aspirante de diferente comunidad autónoma que, con menos preparación, pero amparado por la arbitrariedad de un sistema injusto, le birla su carrera soñada y él se ve obligado a elegir una nueva vida. No es normal que estas tragedias se repitan por la dejadez de todos los gobiernos anteriores al no comprometerse en la imposición de una selectividad única en España.

Yo distinguiría tres fases en esta injusticia: La primera es el Informe PISA aplicado por primera vez en el año 2000 con la colaboración de 32 países de la OCDE y que pone a cada uno en su sitio, premiando a los mejores y sacando los colores a los peores. España está por debajo de la media, pero en la clasificación por autonomías la diferencia es abismal. Mientras Castilla y León está a la altura de los mejores de la OCDE, Extremadura aparece en la cola con casi dos cursos de diferencia en cuarto de ESO. La segunda fase llega dos años mas tarde con las pruebas de selectividad. Esta no es igual para todos en España, cada autonomía tiene la suya con preguntas, tiempo y criterios de corrección diferentes. Aquí la clasificación se invierte, Extremadura está entre las notas medias más altas mientras Castilla y León ocupa los últimos puestos. Ya en la tercera fase, se mezclan en el ‘Distrito Único’ todas las calificaciones de España debidamente baremadas y con las notas de corte para cada carrera y facultad.

Esta es la terrible sinrazón por la que tienen que pasar cada año los aspirantes universitarios de nuestra comunidad. Los consejeros de Educación de Castilla y León han pedido con insistencia, pero sin ningún resultado, una prueba única y simultánea de EBAU con el fin de evitar esta discriminación. Tenemos que seguir con esta ‘cruzada’. No podemos consentir que a nuestros excelentes alumnos castellanoleoneses les quiten su plaza de medicina en Salamanca alumnos con menos méritos de otras comunidades.
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