¿Se homologan las chirucas?

29/05/2019
 Actualizado a 19/09/2019
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Resulta complicado descifrar cuándo se van produciendo los saltos, los cambios sociales que después de un tiempo se convierten en evidencias realmente incuestionables.

Recuerdo a un antiguo vecino –por fallecido– sabio y observador que me explicaba con frecuencia lo que parecían hechos mínimos y eran sin embargo señales evidentes de esta evolución que no vemos producirse. Decía convencido de que el primer signo del progreso en lo que era la vida de la comarca, la ganadería, llegó el día que en el portalón de Goro el de Pontedo clavaron una chapa en la que se podía leer: «Aquí se ordeña con Westfalia». Lo que parecía un simple eslogan implicaba que ya no se ordeñaba a mano sino a máquina, y no una cualquiera, parecía alemana con aquel nombre, que ya era mucho decir en aquel tiempo.

La siguiente llegó cuando en la vieja tienda de ultramarinos, la abarrotería, se aprovecharon los cuatro cristales de encima de la puerta para poner las cuatro letras de la cadena a la que se incorporaba:Spar, que además daba cartilla con puntos. En aquel mismo momento dejó de ser tienda para llamarse supermercado.

Y el definitivo salto a la modernidad llegó cuando los chavales que jugaban al fútbol en el partido de las fiestas del pueblo llegaban con las botas en la mano y hasta calentaban antes de comenzar el juego. Nada que ver con aquellos otros que llegaban con la tarta en el bandullo, estiraban dos veces las piernas y preguntaban a ver quién saca.

Cierto que antes de comenzar había que negociar si jugábamos todos en ‘playeros’ (ahora le dicen deportivas) o se homologaban las botas Chirucas.

No me cabe ninguna duda de que para mi vecino la foto de hoy sería el siguiente paso en la historia de la evolución humana, unas zapatillas de repuesto.
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