Se enfrentan a dos años y medio de cárcel por los ruidos de un pub del Húmedo

La vecina que denunció al local habría sufrido trastornos psíquicos que se manifestaron en malestar físico y estrés emocional

I.H.
10/04/2019
 Actualizado a 18/09/2019
Los hosteleros y el arrendador del local de un pub del barrio Húmedo se enfrentan a una pena de prisión de dos años y medio, una multa de 4.500 euros y dos años de inhabilitación para el oficio por los ruidos emitidos que habrían causado lesiones a una vecina de la zona que, como consecuencia de los mismos sufrió, dice el fiscal en su escrito de conclusiones provisionales, manifestaciones psicosomáticas con afectación multiorgánica y posible estrés emocional. El Ministerio Público, que enmarca los hechos entre los años 2003 y 2011, periodo en el cual dice que la actividad se desarrolló sin licencia, refiere que la pareja denunciante vio afectada su vida, su descanso y su salud por los ruidos de la música del local, ahora reconvertido en bar de vinos.

Los hechos se juzgarán en la Audiencia Provincial de León y, según el fiscal, los seis acusados –los socios de la mercantil que explotaba el local y arrendador del mismo– son autores de un delito contra el medio ambiente en concurso ideal con otro de lesiones.

Las defensas, por su parte, niega todo tipo de responsabilidad e incluso la existencia de delito, por lo que piden la libre absolución de sus representados. Según se recoge en los distintos escritos de defensa, sí que hubo licencia para ejercer la actividad en todo momento y las primeras denuncias de la acusación se concentran en los últimos años.

Asimismo, afirman que el bar disponía de limitador musical debidamente homologado por la Universidad de León, con la cual el Ayuntamiento de la ciudad tenía suscrito un convenio de colaboración.

Oferta de compra del piso

Por otra parte, afirman que se efectuaron varias obras para solventar cualquier problema de ruido y que, además, en el año 2008, para evitar problemas con la denunciante, la sociedad mercantil ofreció a la mujer y a su marido comprarles el piso por 240.000 euros cuando «a ella le había costado apenas unos 40.000».

En todo caso, unos y otros niegan ser responsables de la actividad del local ya sea como partícipes de la sociedad o como arrendador en el momento de las denuncias, y se cargan las culpas unos a otros pidiendo, todo ellos, la absolución.
Lo más leído