Santi Fernández: "Los que dicen que yo apretaba el cinto es que nunca se agarraron con Héctor"

El Míster de Cistierna ha ganado más de cien corros y esta temporada, ya retirado, ha dado el salto al arbitraje

Fulgencio Fernández
25/06/2022
 Actualizado a 25/06/2022
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Santi Fernández, El Míster de Cistierna, es un tipo muy singular, sincero, de los que va al grano y a cada rival le plantea un tipo de lucha. Listo. Es lo que se llama en la lucha ‘algo perro’, en el sentido de que no regala nada, lo que no le quita para ser un excelente deportista, noble en el corro pero sin concesiones a los rivales. Su nombre ya está escrito con mayúsculas en el mundo de la lucha y eso se entiende fácil simplemente con acudir a su palmarés, muy importante, algo que se entiende acudiendo simplemente a unas cifras, a unos datos que, por ejemplo, Santi ha ganado 109 corros de laLiga de Verano fue Campeón de Liga en 2008 y ganó en tres ocasiones el Campeonato Provincial, en los años2002, 2007 y 2010. Ya retirado ha dado el salto al arbitraje, en el que debuta este año.

–Santi árbitro, ¿qué te ha llevado a de decidirte?
–Ya había hecho el curso hace años para arbitrar a los chavales, pero como seguí en activo pues no arbitré. Ahora, al dejar los corros como luchador me decidí porque, la verdad, quiero seguir ligado de alguna manera a la lucha. Se que no es lo mismo, que los días de gloria luchando ya no volverán pero de alguna manera sigo en contacto y me apetece.

–Ya has pitado algún corro de base y femenina, ¿Cómo lo ves desde el otro lado? Aunque tú no eras de los que protestaba a los árbitros.
–Todavía no he debutado en senior pero ya me he dado cuenta de que las cosas no se ven de igual manera; aunque, como bien dices, yo no era de los que les protestaba, otra cosa es que se quejaran de mi forma de luchar, pero ahí yo no entro.

–Vamos con ello, con las quejas de que apretabas mucho...
–Te voy a decir una cosa; yo subí a luchar bastantes veces en medios y te puedo asegurar que los que se quejan de que yo apretaba es porque nunca se han agarrado con Héctor ‘El Divino’, por ejemplo. Héctor apretaba al agarrarse y si le dabas tú una caída entonces te apretaba más todavía.

–Eso mismo decía Benigno de Ernesto, que apretaba más que él.
–Y le creo. Un buen luchador aprieta; si le entra la mano para agarrar el cinto es que no está tan apretado y en último caso es el árbitro el que tiene que valorar si está demasiado apretado, para eso están y el luchador a luchar.

–Entonces, ¿a qué se debe tu fama de apretar en exceso?
–A ver. Hasta el año que se quejaron los hermanos Del Blanco nunca me había pasado nada, pero aquel año sí hubo movida, pero yo no tengo nada que ver, yo voy a lo mío, a luchar, y si algo está mal hecho pues que el árbitro decida, para eso está.

–Bueno, vamos a tu faceta de luchador ¿Cuántos años llevas en la lucha para sentir tanta nostalgia al retirarte?
–Pues voy a hacer 40 años y empecé a luchar con 8 en las escuelas deportivas; es decir más de treinta años.

–¿Siempre defendiendo los colores de Cistierna?
–No. Hubo unos años que el Esla Rueda necesitaba luchadores en la Liga de Invierno y Héctor (de Castro)decidió cederles a algunos que él mismo eligió, yo fui uno de ellos. Sin ningún problema, pero sí, siempre luché por Cistierna. ‘El Míster’ de Cistierna, según alguien me puso.

–¿Empezaste a ser Campeón muy pronto?
–No mucho. Hasta los 14 años no me federé y el primer año sólo luché dos corros, en Quintana de Rueda y en León, que quedé segundo y tercero. En Quintana me ganó Gabriel el de Campohermoso y en León fue Víctor Oblanca el que me tiró. Al año siguiente ya fui a todos los que pude, buscándome la vida.

–¿Qué significa buscándote la vida?
–Pues que iba a los corros como decían los luchadores antiguos; en tren, a pie, en auto-stop... Iba muchas veces con Rafa el de Sabero. Recuerdo que el primer corro fue el de la trashumancia en Prioro, fuimos en tren a Puente Almuhey, después subíamos andando y nos cogió en auto-stop Filo el de Felechas, el padre de Filín que, por cierto, después del corro, que gané, nos bajó hasta Cistierna.

–Y allí ganaste tu primer corro, ¿recuerdas a quién?
–Sí, claro, a Víctor Oblanca, el que me había ganado el año antes en León.

–Vamos a tú brillante etapa en senior, donde fuiste campeón de Liga, tricampeón provincial ¿Qué victoria recuerdas con más agrado?
–Una en Sahechores, que luché en medios y le gané la final a Héctor.

–¿Recuerdas cómo fue?
–Sí. Le di una caída y me dije: Héctor va a pensar que yo ahora me echo para atrás para defenderme;entonces nada más que pitó el árbitro fui a por él con una cadrilada y me salió bien, le sorprendí.

–¿Usabas tácticas estudiadas?
–Me gustaba luchar a cada rival según sus características; intuir qué van a hacer los rivales o saber cómo les gusta luchar o qué mañas usan más.

–¿Le tenías cogida la medida a Héctor, le tirabas muchas veces?
–Para nada. Le tiraría tres o cuatro veces, era muy difícil, se preparaba, estaba siempre en forma, apretaba y encadenaba mañas como nadie; no salías de una y ya te daba otra.

–¿Es Héctor el mejor al que te has enfrentado?
–Sin duda. A él y a Clemente, que me cogía, me daba un sobaquillo y para casa, eran dos fuera de serie.

–¿Y en ligeros?
–Había muy buenos luchadores: Llegué a luchar con Clemente, Héctor Valladares, Javi Oblanca, Iván El Menudín...

–¿Los rivales más duros?
–El Menudín, Salva el de Villafer o Javi Oblanca, no se me daba nada bien su lucha, se agazapaban a la espera y cuando te descuidabas te llevaban, aprovechaban cualquier descuido.

–¿Con el que más te gustaba luchar?
–Con Félix Valladares, sin duda. En cuánto pitaba el árbitro íbamos uno por el otro. Eran vibrantes.

–Suerte en el arbitraje.
–Gracias. Falta me hará.
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