Sanse 1 - 0 Ponferradina: 'Otro 'harakiri' a domicilio'

Un regalo de Zabaco y Gazzaniga condena a una Deportiva que fue superior al Sanse, pero no estuvo fina de cara al gol / El colegiado no vio un claro penalti a Yuri

A. Cardenal
10/02/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Yuri, durante el partido ante el Sanse. | BEA COBOS
Yuri, durante el partido ante el Sanse. | BEA COBOS
En un Grupo I en el que el ‘playoff’ parece más caro que nunca y cualquier error pasa factura, la Deportiva parece empeñada en tirarse piedras contra su propio tejado. Si en Guijuelo los bercianos ya dejaron escapar vivo a los charros, ante el Sanse, un rival directo, la Ponferradina se hizo el ‘harakiri’ y cosechó una derrota por la mínima (1-0) que vuelve a sembrar dudas.

Una sola jugada echó por tierra todo un partido. Zabaco y Gazzaniga convirtieron un despeje sin peligro aparente en un gol que terminó siendo decisivo y aleja a los de Jon Pérez Bolo del liderato, que parece convertirse en utopía con el paso de las semanas.


Y eso que los blanquiazules –de rosa este domingo– merecieron mucho más. La Deportiva fue superior, pero no supo traducir su dominio en el marcador. Tampoco le dejaron. El colegiado, especialmente permisivo con los locales e implacable con los visitantes en cada cuerpo a cuerpo, no vio un claro penalti a Yuri en la segunda mitad que hubiera cambiado el rumbo del choque.

Oportunidad para Kaxe


Bolo apostó por un once muy similar, salvo algunos matices, al que venció y convenció ante el Fabril. El primero en la delantera. El técnico prefirió no asumir riesgos con Yuri y dejó al ‘pichichi’ en el banquillo, un as bajo la manga y una gran oportunidad para Kaxe, que no termina de encontrar su sitio en la Deportiva.


No fue la única novedad. En la medular destacó la suplencia de Jorge García y la titularidad de Saúl, una fórmula con la que el bilbaíno buscaba dar mayor libertad de movimientos a Larrea, jugando como enganche, y atar un centro del campo cuyo control se antojaba clave para desarmar a los madrileños.

Bolo logró desarmar al Sanse desde la pizarra. Con ventaja numérica en la medular y Kaxe, Pichín y Matthieu solidarios en la presión, se vio a una Deportiva muy cómodaen un inicio de partido en el que, eso sí, ninguno de los dos equipos estuvo especialmente inspirado en los últimos metros.

Con el centro del campo convertido en una trinchera, madrileños y bercianos trataron de romper el bloqueo a balón parado. Más de veinte minutos hubo que esperar para ver acción en las áreas y fue la Deportiva la que rompió la ‘tregua’. Cerca ya del ecuador de la primera mitad, Pichín cazó un balón suelto en la frontal tras un saque de esquina, pero su disparo, con Irureta ya vencido en el suelo, lo sacó un defensa ‘in extremis’.

No fue un simple aviso. A raíz de la ocasión del extremo, la Ponferradina dio un paso adelante y vivió en campo rival. Kaxe, con un cabezazo que salió lamiendo el palo estuvo a punto de estrenarse como goleador con la camiseta blanquizul y poco después Pérez rebañó en el último momento un balón que hubiera dejado a Matthieu mano a mano con Irureta.

La Deportiva rondó el gol, pero fue el Sanse el que lo encontró. A solo un minuto del descanso, los bercianos arruinaron el buen trabajo de toda la primera mitad con una jugada de patio de colegio que dejó en evidencia a Zabaco y Gazzaniga.

El primer error fue de central. En un despeje kilométrico, el ex del Cartagena dejó botar el balón y después se equivocó al no buscar la pelota de cabeza, lo que aprovechó Carlitos para robarle la cartera. En su intento de salvar a su compañero, Gazzaniga, en un nuevo exceso de confianza –ya falló ante el Guijuelo– llegó tarde y le puso el gol en bandeja a Carlitos, que solo la tuvo que empujar.

Poca puntería


Tocaba volver a remar a contracorriente y Bolo tiró de artillería. El técnico dio entrada a Yuri nada más comenzar la segunda mitad y su sola presencia metió el medio en el cuerpo a un Sanse que se encerró en su campo.

El brasileño, nada más salir, avisó con un disparo desde la frontal y dio comienzo a un acoso y derribo en busca de la remontada, pero no fue el día de los bercianos y el larguero primero y el árbitro después salvaron a los madrileños.

Son estuvo a punto de poner las tablas con un disparo lejano que Irureta desvió lo justo para que el travesaño terminase el trabajo y casi a continuación, el colegiado se comió un penalti a Yuri, arrollado por un defensa tras pelear por un balón aéreo.

Los últimos minutos fueron un asedio sin premio. A cinco del final llegó la ocasión más clara, tres remates de forma casi consecutiva tras un barullo en el área que la zaga sacó sobre la misma línea de gol, dejando sin premio a una Deportiva que quiso, pero no pudo.
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