El senderismo era una actividad en auge antes de la pandemia que ha asolado el país en los últimos años. Tras el confinamiento el senderismo ha sufrido una explosión de participantes que salen a recorrer montañas, llanos, valles y vegas. Con esta proliferación han sido muchas las entidades, grupos y asociaciones que han diseñado y propuesto rutas que se han llevado a cabo promocionadas por distintos ayuntamientos interesados en atraer a sus municipios visitantes que conozcan el entorno y sus valores.
Tal ha sido el caso del grupo Pandetrave y el Ayuntamiento de Sariegos que han colaborado, el primero diseñando rutas por los espacios del municipio y el segundo organizando unas jornadas durante el mes de noviembre en las que se pone en práctica el senderismo de un modo organizado evitando todo tipo de problemas de la actividad, aunque los participantes hayan sido muy numerosos. Según datos del propio ayuntamiento de Sariegos las inscripciones han ido aumentando a lo largo de las fechas en las que se han realizado las primeras salidas, y en esta ruta de los miradores había 220 personas inscritas, por lo que el que no se hayan presentado problemas se puede considerar un éxito organizativo total. La marcha cuenta con la ayuda de miembros de protección civil, así como con dos vehículos, de inicio y cierre de marcha.
En determinados puntos se ofrecieron informaciones acerca de la historia y restos arqueológicos del lugar en el que se había detenido la marcha. Acompañaban a los participantes varios miembros del grupo Pandetrave que, además de diseñar la ruta, se encarga de personas con movilidad reducida u otros problemas, consiguiendo un grupo inclusivo.
La rutaLa ruta comienza en la plaza de la Solana, al lado de la iglesia de Carbajal de la Legua, desde donde se continúa hacia la carretera de León para seguir hacia el Norte por el camino del Salvador, muy bien señalizado y con una excelente escultura de Carlos Cuenllas en uno de los lados del camino. Al finalizar el espacio urbanizado comienza el camino de tierra con vistas a la vega del Bernesga, pudiendo contemplarse al otro lado en lo alto la urbanización Monteleón.Pasado el arroyo del valle de Carbajal hay un desvío indicando que el camino del Salvador es el de la derecha. Sin embargo se va a seguir el camino de la izquierda que baja hacia el río, llegando a los restos de unas antiguas construcciones que pertenecieron a un poblamiento llamado Vega de Carbajal.Continúa la marcha por la vega del Bernesga, entre los árboles que están con las últimas hojas del otoño, siguiendo el camino marcado. Se debe continuar por el camino siempre hacia la derecha porque los desvíos a la izquierda se internan en el área de inundación y el internarse en la vega no es opción, pues los pocos caminos que hay a la izquierda van al río o a los prados. Casi dos kilómetros después del desvío que separó la ruta del Camino del Norte se comienza a ascender en una cuesta no demasiado pronunciada, pero que se va alargando, pasando del medio kilómetro, hasta que llega a enlazar con el Camino del Salvador y desde allí se sigue a la izquierda entre robles jóvenes hasta llegar al arroyo de Valdecastro, donde existe un excelente lugar para descansar, comer algo y ver un poco más allá las ruinas del monasterio de San Tirso, que el ayuntamiento está deseando recuperar. Casi no se pueden ver, porque quedan unos pocos restos, pero la intención del Ayuntamiento de Sariegos es ponerlo en valor, debido a su apuesta por la historia y el patrimonio. Lo poco que se puede ver a día de hoy son restos de cimentaciones de adobe y cantos rodados de aquella construcción que medía 22 metros de largo por 18 de ancho, con una superficie de 415 metros cuadrados edificados. Visto el lugar y tras contemplar los restos del monasterio, si se desea, la ruta regresa de Valdecastro volviendo hacia atrás y al llegar al enlace por donde se ha subido, se continúa a la izquierda por el camino del Salvador que en este tramo asciende entre robles y en determinados momentos permite ver desde el alto la vega del Bernesga.Al llegar al punto más elevado de la ruta, donde hay una amplia campera se va hacia la parte alta, cuidando no estropear los cierres para el ganado y desde ese lugar hay un mirador excepcional a toda la vega del río llegando la vista hasta León, río abajo, y las montañas de Peña Portilla, Amargones y Fontañán mirando hacia el Norte.Se vuelve por el mismo recorrido hasta el camino del Salvador y desde allí, al comenzar el descenso, hay un banco para contemplar el panorama con vistas hacia el Arroyo del Valle de Carbajal y la urbanización de Monteleón al fondo. Tras este mirador se baja por el camino hasta llegar a Carbajal siguiendo hasta la plaza de la Solana donde finaliza la ruta.