Romagnoli: "Debo saber esperar y cuando llegue la ocasión aprovecharla"

En la convocatoria de la Cultural para jugar el pasado domingo ante elUnión Adarve, la gran sorpresa era sin duda la presencia de un argentino de 22 años que golea con el filial y va pidiendo paso en el primer equipo.

No llegó a salir al campo, pero Juan Romagnoli demostró que poco a poco va contando más para Víctor Cea y que, en ese hueco que queda libre como sustituto de Aridane al no haber otro nueve puro en la plantilla, el de Buenos Aires quiere tener sus papeletas.

Una oportunidad, quizá inesperada en esta temporada, para un jugador al que el fútbol le viene en los genes, pues su padre llegó a jugar en Primera en las filas de Estudiantes e incluso dio el salto a España donde militó en el Universidad Las Palmas, y que llegó a la Cultural de la mano de su gran valedor desde el primer momento: Javier Hernández.

Y es que fue el actual secretario técnico culturalista, cuando estaba en el Alcorcón, el que le trajo a España para jugar en el filial del equipo madrileño. «Se encargó de todo, me trajo, me arregló los papeles y confió en mí», recuerda Romagnoli, que tenía 18 años cuando llegó procedente de un clásico del fútbol argentino como Vélez, a donde había llegado con 15 y en el que pese a su juventud llegó a estar en el equipo de reservas (el equivalente al filial).

Sin embargo, no tuvo dudas a la hora de dejar su casa. «Era un equipo de Primera, pero conté mucho con el consejo de mi padre al haber sido futbolista y él siempre me apoyó para dar el salto, diciéndome que el mejor fútbol estaba acá. Así que tuve claro el venirme y no me resultó difícil dar el salto, ya no sólo por temas futbolísticos sino también como experiencia de vida».

Su padre jugó en Las Palmas. A Juan con 18 años, estando en Vélez, Javier Hernández se lo trajo al filial del Alcorcón Dos años estuvo en el filial madrileño, desde donde el año pasado dio el salto al Toledo, con quien jugó en Segunda B 26 partidos, si bien en total fueron 654 minutos pues sólo tres de ellos fueron como titular. Aún así, no dudó ante la llamada de Javier Hernández en dar un pequeño paso atrás para saltar hacia delante, aceptando la oferta de la Cultural para formar parte de su filial en Tercera, aunque entrenando con el primer equipo.

«Había vivido en planteles profesionales, pero estos son chicos de otra categoría, con muchos años de trayectoria. Eso hace que en lo deportivo y en lo personal uno crezca, le enriquezca y trate de aprender día a día», señala Romagnoli, que se siente «uno más en el plantel, pues soy chico pero me han arropado muy bien desde el primer momento».

Pero, ¿qué tipo de jugador se pueden esperar los seguidores culturalistas? Juan cuenta cómo «siempre jugué de mediapunta, pero en el primer equipo Víctor me utiliza mucho de punta. Soy un jugador potente, rápido, me caracterizo porque le pego bien a la pelota, siempre pateé tiros libres y penales. No soy un punta aunque haga goles, pero donde me toque voy a estar».

«Soy un mediapunta rápido, potente y le pego bien a la pelota, siempre tiré faltas y penaltis en mis equipos» Es en esa posición, donde mismamente ahora Aridane tiene cuatro tarjetas, donde más opciones de entrar se dan, mostrándose ambicioso pero a la vez prudente el argentino sobre sus opciones. «Estoy casi todas las semanas con ellos, pero hay mucho nombre y gente con mucha trayectoria en el primer equipo. Es cuestión de tiempo, de tratar de seguir haciendo las cosas como las vengo haciendo, porque así tarde o temprano creo que se va a dar la posibilidad, hay que saber esperar. Y por supuesto si llegado el momento aparece la oportunidad la tengo que saber aprovechar».

¿Lo que el técnico le pide? Reconoce que, «aunque con Víctor no he hablado mucho», cuando lo ha hecho «me ha transmitido mucha confianza, que es lo más importante para un jugador de mi edad, y me ha pedido que sea yo mismo».

«Si sigo así la opción se dará. Viene a España no sólo por temas futbolísticos, sino como experiencia de vida» De momento, su primera convocatoria ya ha llegado. Una que esperaba «tranquilo y sin desesperarme, aunque durante la semana ya se hablaba de la posibilidad», y tras la que se sintió «alegre». No tuvo eso sí la opción de debutar sobre el campo, aunque sí tuvo bautismo en la cena posterior, donde le tocó cantar. «Cosas peores he tenido, que me han rapado», bromeaba el argentino.

De momento, en León su pelo sigue intacto. Y también su olfato goleador, que espera seguir demostrando en el filial para ganarse la opción de hacerlo en el primer equipo. Y es que, aunque sólo ha firmado un año de contrato, su idea es poder seguir más tiempo en tierras leonesas.

Aquí comparte piso con sus dos compañeros Toño Calvo y Genaro Bonello, y espera un invierno al que parece que se adaptará bien. «La ciudad me parece muy linda y además una de las cosas que me gusta mucho es el frío, así que vamos a ver, tanto que hablan del de acá, cuando llega...», señala el argentino.

Son las palabras de una promesa que quiere seguir yendo a más. Y al que, en breve, parece que le puede llegar la ocasión de demostrar su progresión en el primer equipo de la Cultural.