Roberto Álvarez: "Cuando se levanta el telón el público se olvida de la película"

El actor asturiano lidera el reparto de ‘Intocables’, la adaptación teatral de la película de mismo título que aborda la relación de amistad que se establece entre dos personajes en principio antagónicos

Emilio L. Castellanos
20/02/2020
 Actualizado a 20/02/2020
Begoña Maestre, Roberto Álvarez y Jimmy Roca en la obra de teatro ‘Intocables’ que este jueves llega al Auditorio.
Begoña Maestre, Roberto Álvarez y Jimmy Roca en la obra de teatro ‘Intocables’ que este jueves llega al Auditorio.
Roberto Álvarez es uno de esos actores que lleva el oficio en las entrañas. Y eso que nunca fue una de sus prioridades cuando andaba dibujando su horizonte, más próximo a la ingeniería que cursaba que a los platós y escenarios donde ha ido depositando su talento a lo largo de las últimas décadas. La casualidad, siendo universitario, le condujo a una escuela de teatro, primer anclaje en una profesión a la que le ha entregado una dilatadísima trayectoria y le debe la popularidad que indiscutiblemente ostenta. «No tenía previsto ser actor, pero acabó siendo una necesidad. La parte artística que tenía y que no reconocía acabó tomando su camino e imponiéndose. Es una profesión a la que le entregamos mucha parte de nuestro esfuerzo y nuestra vida y que también nos da mucho a nosotros», asegura el actor gijonés, protagonista de ‘Intocables’, la obra teatral que, inspirada en la película francesa homónima y dirigida por Garbi Losada, se representa este jueves en el Auditorio ‘Ciudad de León’ (21:00 horas, entradas a 16 €).

‘Intocables’ constituye una de las películas más exitosas de la historia del cine francés. Realizada en 2011 por Olivier Nakache (que se ocupó también del guion) y Éric Toledano y basada en un hecho real, hace referencia a la relación que acabará estrechando a dos personajes aparentemente antagónicos: un vitalista joven marginal de origen senegalés recién salido de prisión y un aristócrata tetrapléjico, rico, culto y amargado. El primero deberá cuidar al segundo y entre los dos surge una chispa que da contenido, calor y ambiente a toda la historia. «Uno se alimenta del otro», recalca el intérprete asturiano Álvarez quien se pone en la piel del aristócrata, lo que le obliga a aparecer durante toda la función en silla de ruedas y a someterse a la exigencia física de adoptar los rasgos propios de una tetraplejia. «Debes servir a la idea que desprende tu personaje y este observa la contundencia de no poder moverte de cuello para abajo. Es tan potente el personaje que su composición ya viene dada de inicio y ello acaba siendo una ayuda. Hay que atender a lo que pasa de la manera natural pero lo otro, su esencia, ya está dada. La silla de ruedas ha sido una gran ayuda. Está siendo una experiencia realmente preciosa».

No es la primera vez que Roberto Álvarez se embarca en la adaptación de una película y ahí está, para dar testimonio de ello, su participación en espectáculos como ‘El discurso del rey’, ‘Festen’ (estrenada en España como ‘La celebración’) o ‘El verdugo’, en este último caso en calidad de productor, labor que le supuso un Max. Aunque el peso de la cinta referente es indiscutible, ello no le ha causado ningún vértigo al gijonés. «No hay por qué temer a las comparaciones. ¿Alguien tendría algún reparo en volver a hacer ‘Hamlet’ porque ya lo hubieran hecho José Luis Gómez, Eduard Fernández o Laurence Olivier? Nadie se plantea algo así. Cada espectáculo, cada personaje…, tienen un dibujo diferente y el reto consiste en dotarlo de una entidad propia. En este caso concreto, cuando se levanta el telón el público se olvida de la película». Su personaje era asumido por el gran François Cluzet en el film, pero él ha huido de la referencia para conferirle un matiz personal. «Realmente no tenía un plan preconcebido. Trabajas atendiendo a las indicaciones de la directora y a lo que te sale de dentro y así, poco a poco, llegas al personaje de una manera natural. Y luego está el día a día: vas construyendo según vas haciendo. Llevamos ya un tiempo representándola y aun así yo sigo, función tras función, descubriendo cosas sin parar. Es lo increíble del teatro, que es algo muy vivo. Cuando el actor se sitúa en el espacio de visibilidad del espectador, no hay actor que no esté comprometido y angustiado y que no haga de ese momento la parte más importante de su vida».

Álvarez comparte escenario con Jimmy Roca (que hace propio el papel del cuidador), Begoña Maestre e Iker Lastra. Ellos componen el elenco de una pieza que destaca precisamente por acuñar un sello propio basado en el maridaje de drama y comedia, razón por la que el humor adquiere una tonalidad fundamental en la puesta en escena de ‘Intocables’. «Es una historia preciosa. Lo que la hace más humana y universal es la conjunción de dos géneros como el drama y la comedia. Aborda temas muy dramáticos y serios a través del humor y así conquista el corazón del público. Es el gran hallazgo de esta obra. Transmite muy buen rollo. Además, el hecho de que esté basada en la realidad, la hace aún más creíble y permite que los espectadores puedan identificarse con lo que están viendo».

A Roberto Álvarez se le ha disfrutado en todo tipo de formatos. Su trayectoria se inunda de abundantes referencias tanto en cine (donde ha colaborado con directores como Gonzalo Suárez, Vicente Aranda o Pedro Almodóvar, entre otros), televisión (series como ‘Ana y los siete’, ‘Cuéntame cómo pasó’ o ‘Servir y proteger’, actualmente, lo han hecho perfectamente reconocible para el gran público) y teatro. «Me gusta mucho ser actor, trabajar en este oficio, sin distinción del soporte donde lo desempeñe».
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