Foto Turrado Crónica (nueva)

Ritos kosher y halal

11/01/2019
 Actualizado a 13/09/2019
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Las autoridades belgas han prohibido el sacrifico de animales con destino al consumo humano bajo los ritos kosher y halal de judíos y musulmanes respectivamente. Estos ritos chocan con normas europeas que pretenden evitar o reducir el sufrimiento de los animales, y se autoriza una excepción con esas comunidades en aras a un derecho más sagrado, que ellos invocan, de la libertad religiosa y de creencia. Quizás esta creencia responda a un fundamentalismo religioso tan absurdo como difícil de erradicar, pero siendo eso cierto, no lo es menos que en Europa nos ponemos muy estupendos con materias como el bienestar animal y el medio ambiente, y por el contrario miramos para otro lado cuando en medio mundo se quebrantan los derechos de las personas, cuando se abusa de los niños, o cuando se relega la figura de la mujer a un estatus similar al que tenía aquí en la Edad Media. Me preocupa bastante más la situación de las personas que pasan hambre o carecen de los más elementales servicios básicos, o la de las personas a las que se niegan derechos elementales, que el mayor o menor dolor que pueda experimentar un animal de abasto cuando entra en un matadero para su sacrificio y faneado, pero acepto con gusto, y hasta con orgullo, ser ciudadano de una Europa que evoluciona y legisla contra cierta barbarie, contra animales y cosas, que antaño nos podía parecer normal. Dicho esto, si España sigue la corriente belga –un estado del que hay poco que aprender–, y prohibe el sacrificio ahora autorizado por el rito kosher o halal, lo que se conseguiría es que las comunidades judía y musulmana abrieran sus propios canales de importación de carne desde países terceros, y se conseguiría que España perdiera la oportunidad de convertirse en país exportador para satisfacer las demandas de estos mercados. El sector ganadero e industrial español tiene mucho que ganar si se dejan las cosas como están y, aceptando las normas que nos hemos impuesto, somos ‘tolerantes’ con las creencias de judíos y musulmanes y le vendemos la carne como la quieren.
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