Restando sonrisas

11/08/2020
 Actualizado a 11/08/2020
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Paseo por el boulevard Juan Carlos I y no sé cuál de las dos nomenclaturas me hace más gracia, si la acepción francesa o la del emérito destronado. Y pienso, «así somos, aplaudiendo a quien lleva por delante la ‘corona’» (la carcajada viene sola). Pero las baldosas son las mismas que en la calle del Carbón que en esa «real»y eso también me hace sonreír. Y se me va el pensamiento a los chistes de Franco cagando con la moraleja latente de que todos somos iguales en el wáter… Ante los tribunales igual el chiste acaba en lágrimas, pero ese es otro capítulo que dejo de lado, que la ruta viene a cuento cómico. Prosigo el camino sin intención, dejándome ir, intentando que nada consiga cambiar el rumbo al cabreo, al que desde la pandemia estoy más que inclinada, pero es que no puedo retenerlo más y tengo que lanzar el me «cagüen» todo. Otra mascarilla pisada. Ya no sé cuántas van pero seguro que más que tréboles de tres hojas. Los de cuatro ahora, ni se presumen. Y al lado de la preciosa telita con orejas elásticas, tres botellinas del más patético vino que se pueda mezclar. Residuos de otro botellón o de las fiestas que se dejaron sonar el fin de semana porque, para desequilibrio de la nueva normalidad, hubo quien cogió el mechero en agosto para tirar fuegos artificiales y bombas decorando su fiesta ilegal. Porque somos así, los más listos del barrio, los que esquivamos al bicho, los que no nos dejamos amilanar por el del traje azul, los que escupimos al suelo, los que nos colamos en el banco, los que apestamos a insolidaridad. Como sociedad estamos en el «muy deficiente» y ni siquiera contemplamos la remontada. Y así, el paseo se hace duro bajo los 33 grados inhumamos (no solo ellos), pisando los restos de los que van a meternos en casa de nuevo. Paseaba para dejar crecer el optimismo y mira, vuelvo a casa educada y dando «gracias»aestos sin nombre,sonoras y de los dos lados de la cara.Bendito paseo (ironía incluida).
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