A medida que íbamos repasando (descubriendo en muchos casos) su obra para nuestro homenaje, éramos cada vez más conscientes de que muchos de sus textos – la mayoría publicados a partir del último tercio de siglo en adelante, pues fue una autora de «edición» tardía– tienen una vigencia plena en nuestros días, ya sea por temática o por estilo. ¿Por qué no ir, entonces, un pasito más allá y unir a ese homenaje comenzado por escritoras y artistas plásticas de diferentes disciplinas el de nuestros docentes llevándolo al alumnado de Secundaria, FP y Bachiller? Y así se organizó un concurso de relatos, una de cuyas finalidades sería acercar la figura de una de, hasta el momento, máximas representantes de nuestra literatura al aula, pues la condición de participación era hacer referencia en el relato a cualquier aspecto referido con su vida o/y con su obra.
León, en toda la magnitud de su territorio geográfico, ha sido desde siempre cuna de estupendos poetas y magníficos narradores. Sin duda, entre los últimos, se nos vienen a la cabeza Antonio Pereira, José Mª Merino, Luis Mateo Díez, Julio Llamazares, …, por nombrar solo algunos de los que están en la mente de todos, entre quienes nos han acompañado literariamente en las últimas décadas. Entre ellas están, entre otras, Elena Santiago, Ana Cristina Herreros, Noemí Sabugal o nuestra gran Josefina Aldecoa, sin embargo una gran desconocida. El concurso era, de alguna forma, la disculpa perfecta para echarle un vistazo a su vida y obra, descubrir en ella la influencia de la tierra y de su literatura, y acercarnos a su obra: la escrita con reminiscencias leonesas, tanto a nivel de paisaje como de paisanaje; o esa otra que aborda temas que siguen estando de rabiosa actualidad. Tratándose de una iniciativa particular, surgida del empeño tanto docente como de agitación cultural de quien suscribe, ha sido ardua tarea ir consiguiendo uno a uno cada uno de los apoyos necesarios para llevar adelante este ambicioso proyecto por lo que quiere conseguir respecto a las generaciones en las que se apoya el futuro literario de nuestra provincia. Por un lado estaba la necesidad de dotar el concurso de una serie de premios que lo hicieran atractivo para conseguir la participación de jóvenes y adolescentes; una dotación en la que han intervenido instituciones, empresas privadas (editoriales, fundamentalmente), colectivos literarios, ilustradores y creadoras que, siempre de forma altruista, han colaborado para poder crear unos premios interesantes. El segundo reto era conseguir un jurado animado a leer y a valorar los trabajos recibidos para lo que, por segundo año consecutivo se ha contado con un nutrido y variado grupo de personas, amantes de la lectura y la escritura, entre las que se encontraban responsables de diversos ámbitos relacionados con la LIJ así como escritores de diferentes franjas de edad. A todos ellos es de agradecer su implicación y altruismo para contribuir al desarrollo de la creación literaria entre nuestra más joven población. También a los docentes y centros que han apoyado esta iniciativa que ha ido subiendo de un año a otro, aunque no deje de sorprendernos la falta de implicación de gran parte del colectivo docente que prefiere fomentar la participación en concursos literarios patrocinados por determinadas marcas comerciales con intereses que para nada tienen que ver con el crecimiento literario de nuestros jóvenes. No dejo de pensar que hay sitio para todos y que no estaría de más apoyar las iniciativas más cercanas que verdaderamente se preocupan por el desarrollo del espíritu literario de los mismos. aula.
Los premios
Puesto que el doble objetivo de este concurso es contribuir al desarrollo del hábito lector de nuestra población adolescente y juvenil tanto como estimularles en la creación literaria, se ha buscado dotar el certamen de premios que contribuyan a esa doble finalidad, con una serie de recursos que contribuya tanto a ampliar su hábito lector (básico en esta edad y circunstancias) como a mejorar su potencial creativo en cuanto a la realización de textos (relatos en este caso). Así, además del tradicional lote de libros y otros materiales, queríamos ir un paso más allá: alimentar la ilusión de ver la sensación producida por sus relatos en otras personas, de verlos interpretados visualmente y también oralmente, aspecto este último tan en la tradición, en el germen de la literatura leonesa. En el primer aspecto conseguimos la complicidad de un nutrido grupo de artistas leoneses que escogieron, cada uno de ellos, un relato para interpretarlo gráficamente desde su particular disciplina, una imagen cuyo correspondiente original se llevará cada finalista como un regalo único y especial que ya hubiéramos querido muchos para nosotros. Esos artistas que han ejercido de ilustradores han sido Alejandro Aller (Nemonio), Carlos Campelo, Carmen Coque, Carmen Gómez Ordás, Esther Alonso, Iria Aldrey, Marcelo O. Barrientos Tettamanti, Marga Román Modino y María García Castro.El segundo aspecto, que consideramos también muy importante en el proceso de dar continuidad del acto creador –y a mejorar cada vez más como posibles futuros autores– es la posibilidad de ver compartido tu trabajo, aprendiendo con ello que el acto de escribir y de hacerlo público conlleva un doble aspecto, algo así como un yin y un yan, por un lado puedes recibir elogios pero también te expones a la crítica de los demás. Atendiendo al dicho de «cambia el jurado, cambia el premiado», ver expuesto públicamente su trabajo tanto por escrito como en lecturas propias y ajenas, les permite enfrentarse a diversas visiones y a aceptar que las decisiones de otro puedan no coincidir siempre con las propias o la de quienes tenemos más cerca. En este sentido, es de una tremenda valentía por su parte, exponer sus relatos a la valoración de los demás, más allá de los criterios docentes implícitos en la entrega de los mismos y su oportuna calificación al correspondiente profesorado, pues aquí son otros los criterios que se manejan y desde una extrema situación de anonimato.
Y para completar todo el proceso una serie de talleres orientados a mejorar la lectura en público y descubrir otros campos de expresión en torno a la creación literaria. aula.
La edición de este año
Me siento muy orgullosa de que un año más se haya podido llevar a cabo este certamen, pues estoy convencida del potencial literario de nuestra población infantil y juvenil y solo siento no haber podido realizar ya la entrega de premios. Las especiales circunstancias en las que la aparición de este inesperado ‘coronavirus’ en nuestras vidas, alterándolo todo, nos ha sumido ha hecho que (del compromiso adquirido con este certamen) aún no hayamos podido dar debido cumplimiento a la misma en todo su conjunto, aunque no hemos querido demorar más el hecho de que los finalistas del concurso, sabedores ya de que lo eran desde antes del confinamiento, tuviesen definitivo conocimiento del puesto conseguido en esa adjudicación de premios. Así se les ha hecho saber, anticipándoles parte de su lote de regalos como es este de ver publicado su relato ganador en las páginas culturales de este diario, debidamente acompañado, eso sí, de su correspondiente ilustración.Les invitamos a seguir la publicación de estos doce relatos finalistas que desde este miércoles podrán encontrar entre estas páginas y a disfrutar de los mismos y de las ilustraciones con las que, generosamente, nueve artistas plásticos de nuestra provincia han querido acompañarlos. Tal vez entre ellos se encuentren nombres que en un futuro brillen para dar continuidad a la ya de por sí rica literatura leonesa.
Del resto de actos abiertos al público pendientes de realizar les mantendremos informados oportunamente, cuando las especiales circunstancias a las que seguimos sometidos nos permitan retomar mínimamente nuestra vida social y, con ello, la literaria.
Y no quiero concluir esta introducción sin darle abiertamente las gracias a La Nueva Crónica de León por apoyar esta iniciativa desde el minuto cero y hacerse eco de este filón literario que suponen nuestros jóvenes.