Una expulsión, más aún si se produce en la primera mitad, siempre condiciona un partido. Pero cuando es por un lance natural del juego, implique o no un error, siempre es más perdonable que si viene procedente de un evitable ‘cruce de cables’.Porque el del delantero de la Ponferradina Edu Espiau no tiene otra calificación. Visiblemente nervioso desde el fichaje de un Sergi Enrich que debutó con la elástica blanquiazul, la semana pasada ya dejó un feo detalle, tirando la camiseta tras cabrearse en el cambio, que no gustó dentro del club. Pero es que la acción de este domingo condicionó por completo el partido.
Sin una sola ocasión clara en ningún área, más allá de dos lanzamientos de falta en la frontal que no ejecutaba bien la Deportiva, llegaba el partido a la media hora. Pero con una clara ventaja para los de Bolo, que desde el minuto 2 de partido jugaban en superioridad numérica debido a la expulsión del portero de la Real Sociedad B Zubiaurre, que en la primera acción del partido, tras un balón largo que peinaba Espiau y dejaba solo a Agus Medina, salía en la frontal a por el jugador berciano, al cual se le iba largo el intento de autopase pero era arrollado con claridad por el meta.
Ojeda condujo en una contra hasta la frontal e hizo el 0-1 en la primera ocasión clara tras desviar su disparo un defensa Sin embargo, hasta el minuto 28 llegó la superioridad numérica berciana. Porque ahí, en una disputa en el área, Espiau le soltaba un puñetazo a Ezkurdia, el cual el árbitro castigaba en un primer momento con amarilla pero tras revisarlo en el VAR convertía en una roja que dejaba también con diez a la escuadra berciana.
Esa clara ventaja se esfumaba. Pero al comienzo de la segunda mitad otra nueva llegaba. Porque en el primer tiro entre los tres palos con peligro de cualquiera de los equipos, la Ponferradina se ponía por delante en el marcador.
Llegaba la acción en una jugada individual Ojeda, que recibía en una contra, avanzaba vertical hacia la meta aprovechando que la defensa reculaba y no le entraba, y en la frontal soltaba un ‘zapatazo’ que tras tocar en un defensor despistaba a Marrero y colocaba el 0-1 en el marcador.
Sin embargo, no estuvo bien la Deportiva una vez que se puso por delante. De nuevo llegó la cara de los desplazamientos, muy diferente a la arrolladora del Toralín. Y la Real B fue creciéndose y yéndose arriba, con más ganas que claridad, hasta que Alkain se ‘inventó’ un gol espectacular.
Marrero evitó la sentencia de Naranjo y justo después Alkain puso un tiro escorado en la escuadra y empató Podía haber cambiado todo si, minutos antes, en un contraataque, Marrero no hubiese sacado un gran pie al tiro dentro del área de Naranjo que había encarado bien a su par e iba dentro. Pero quien acertó fue el extremo del equipo vasco, que piso área escorado y cubierto por dos hombres, recortó hacia dentro y se sacó un disparo a la escuadra contraria ante el que nada pudo hacer Lucho y que se convirtió en el 1-1.
Y la cosa pudo haber sido peor. Porque sólo tres minutos después del empate, la Real Sociedad B estaba a punto de culminar la remontada. Lobete, a quien con el 0-1 Lucho había sacado con una mano in extremis el disparo que se disponía a hacer en boca de gol, se plantaba solo ante el meta y se la picaba con un toque que le superaba pero iba demasiado flojo, permitiendo que Paul llegara a tiempo para lanzarse y sacar el balón en la línea.
Paul evitó el 2-1 sacando bajo palos un mano a mano de Lobete que iba dentro tras picársela al portero Metía miedo la Real B, movía su equipo Bolo, pero las oportunidades cedían. Y de hecho la mejor de las que quedaban fue berciana, cuando en el tiempo de descuento Pascanu se sacaba un fuerte disparo desde la frontal que Marrero sacaba con dificultad y acababa siendo anulado por fuera de juego de un atacante que dificultaba su visibilidad.
Sin Yuri, Ríos Reina ni Amir, la Deportiva sigue sumando. Tras dos salidas perdiendo, la vuelta a Ipurúa permitía volver a sacar botín. Y aunque el nivel de exigencia que ha provocado el gran inicio y las ventajas desaprovechadas provoquen que no tenga muy buen sabor, eso siempre tiene valor.