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Reajuste de eventos

01/02/2021
 Actualizado a 01/02/2021
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Andan –todavía– en lugares como La Bañeza donde el carnaval es fiesta con mayúsculas pensando en disfraces con la ingenuidad propia de aquellos que dan la sensación de no haberse enterado de que la fiesta va por otro sitio. Porque aunque a usted y a mí y a otros muchos esto de disfrazarse nos sea ajeno hay a quienes parece que les va la vida en ello.

Todos estos que aún están pensando en los modelitos para honrar a Don Carnal parece que aún no se han percatado de que en los despachos es mucho más fácil, cómodo y rentable hasta que se pongan a hacer números prohibir y restringir que permitir y celebrar.

Eso por no recordar ahora las tragedias que trajo el 2020 y por no insistir en que aunque no haya evidencias clínicas para demostrarlo es muy probable que las celebraciones del antruejo del año pasado estuvieran detrás de la retahíla de contagios que se sumaron en la comarca bañezana entre marzo y abril, poniendo a esta zona en el punto de mira.

Pronto hará doce meses que en todas partes se terminaron muchas fiestas, celebraciones populares y tradiciones que año tras año se repiten. Se repetían. Y aunque unas cuantas, las que merezcan la pena económicamente hablando o por otras cuestiones se retomen y sigan como hasta aquí, otras muchas habrán pasado a la historia.

Por el lado menos malo, es de agradecer un reajuste de eventos en el calendario social, cultural y festivo y hayamos ganado al dejar de hacer fiestas en las que nada más gana el que contrata la orquesta para que estén cuatro bailando, ferias que a los ayuntamientos les cuestan un dineral y dan más empeño que beneficio, exposiciones a las que no va a ver nadie, presentaciones de libros que le interesan al que presenta y a la familia cercana y charlas y conferencias que juntan a una docena de personas, de las cuales media va por obligación.
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